EL ONCE LATINO DE LA CHAMPIONS
El once latinoamericano de la jornada de Champions
Otro récord para Keylor, Willian salva al Chelsea otra vez, Di María vuelve a su mejor nivel, Guardado dominante: estos fueron los mejores de la jornada.
En una jornada en la que se empiezan a definir los clasificados a octavos de final de la Champions League, los latinoamericanos han vuelto a ser protagonistas. Portero récord, defensores sólidos, mediocampistas creativos y goleadores de raza: te presentamos al once latinoamericano de la cuarta jornada del campeonato de clubes más importante del mundo.
Sistema: 4-5-1
Portería
Keylor Navas (Real Madrid): Aunque no fue el gran protagonista del Madrid, como venía sucediendo en las últimas jornadas, Keylor consiguió dejar su portería en cero, lo que le permitió ser el mejor portero debutante de Champions. Algo de suerte tuvo, como todos los grandes: el poste le salvó tres veces. Es el cuarto partido en Europa en el que el tico sale imbatido.
Defensa
Miguel Layún (Oporto): Aunque suele desempeñarse por la banda izquierda siendo diestro, lo colocamos en un lugar en el que también ha jugado mucho, el lateral derecho. El mexicano tuvo mucha llegada y fue siempre una opción de ataque en la victoria del Oporto en casa del Maccabi Tel-Aviv. Coronó su buena actuación anotando el tercer gol del equipo portugués.
Nicolás Otamendi (Manchester City): Si el Sevilla nunca estuvo a la altura de su rival inglés, esto se debió en parte al buen trabajo defensivo de los de Pellegrini. Para lo cual el rendimiento del argentino fue clave: estuvo siempre atento en las anticipaciones y no de le dejó ni un milímetro a los delanteros del cuadro español. Muy pulcro trabajo del ex Valencia.
Luisao (Benfica): El experimentado central brasileño anotó el gol del trabajado triunfo del Benfica sobre el Galatasaray. Batió con calidad a Muslera en el área turca, y también consiguió asistir a Jonás en el otro gol de los lisboetas. Sólida presentación de Luisao.
Maxwell (PSG): Todos los duelos que se dieron en el Bernabéu los ganaron los franceses, menos contra Keylor y sus postes. La banda izquierda del equipo parisino era un carril de paso para Maxwell y quien se tirara por ese lado a acompañarle. El brasileño desbordó una y otra vez y generó peligro a la defensa blanca, en la cual Danilo quedó muy mal parado ante el buen trabajo de su compatriota.
Mediocampo
Fernandinho (Manchester City): El brasileño mostró un juego intenso y preciso desde el pitazo inicial en el Sánchez-Pizjuán. Casi nunca perdió la pelota, empujando siempre a su equipo hacia adelante, y cubriéndole muy bien las espaldas a un Yaya Touré que dejó claro que, cuando puede jugar más suelto, es mucho más peligroso. Fernandinho coronó su brillante noche con un importante tanto de cabeza que dio tranquilidad al City.
Andrés Guardado (PSV): El mexicano es el líder futbolístico y espiritual del PSV, que consiguió una importante victoria sobre el Wolfsburgo con miras a los octavos de final. Guardado no deja de correr un segundo, y siempre está mirando de reojo a algún compañero para poner una asistencia. Lo consiguió en los minutos finales, cuando tiró un gran pase a De Jong, que cerró el partido. Es posible que Guardado esté en el mejor momento de su carrera.
Felipe Pardo (Olympiacos): Vaya que el colombiano cambió el partido. Cuando las cosas pintaban mal para el Olympiacos, el fornido extremo ingresó y marcó dos tantos. Su velocidad y habilidad fueron claves, pero lo más destacado fue su sentido de la oportunidad. No sólo marcó un gran doblete, sino que permitió que su equipo consiguiera una victoria vital para meterse en octavos.
Willian (Chelsea): Este crack sí que está en su mejor momento. Es curioso, pero pareciera que Willian crece cuando su equipo más le necesita, y cuando menos funcionan los mecanismos tácticos y los cada vez más fugaces arranques de habilidad de sus compañeros. El brasileño volvió a mostrar regularidad y clase, y también que en el balón parado es de los mejores del momento: marcó el gol de la victoria de un Chelsea que se jugaba muchísimo. Otra inmensa actuación del mediocampista, que ya es uno de los jugadores top del mundo.
Ángel Di María (PSG): Fue la gran figura del Real Madrid - PSG. Cada vez que cogía el balón, el argentino creaba algo: ya sea en el mano a mano o dando pases entre líneas. El Fideo jugó suelto detrás de los delanteros, lo cual le dio libertad para expresarse al máximo, y sí que lo consiguió. Dejó a Isco sentado en una jugada, en otra habilitó a Cavani, que falló el mano a mano, y remató dos veces al poste: un casi olímpico y un tiro libre en los segundos finales que el gran Keylor sólo pudo observar. En el Bernabéu se sentían los suspiros de nostalgia, melancólica rabia de algunos aficionados merengues: "Esa joya alguna vez fue nuestra".
Delantera
Neymar (Barcelona): No hay cómo pararle. Neymar marca en todos los campos, en todas las competencias y de maneras diversas. Y también asiste y genera espacios para sus compañeros. La evolución del brasileño es soberbia, aunque quizás no sorprendente dados sus inmensos recursos y considerando que está rodeado de los mejores del mundo. El miércoles, ante el BATE, volvió a anotar y a asistir, completando otra vez una noche en que rozó la perfección.