Capello es la alternativa a Mourinho si es destituido
El vestuario prefiere “perder a ganar con él”, según la BBC. Más líos: Mourinho fue sancionado otra vez ayer y deberá cumplir un partido.
José Mourinho tendrá una “última oportunidad” para sacar al Chelsea de la crisis pese a que en las últimas horas varias informaciones en la prensa británica apuntaban que una parte del vestuario ya ha dado la espalda a su técnico. La prensa inglesa había anticipado que una derrota ante el Liverpool supondría el final de su segunda etapa en el banquillo blue pero el dueño del club, Roman Abramovich, duda ahora tras comprobar que la hinchada sigue fiel a su técnico y que ninguno de los entrenadores en el mercado le ofrece grandes garantías.
Un periodista de la BBC, Garry Richardson, echó leña a las especulaciones tras revelar que un jugador del equipo había dicho que preferiría perder a ganar con Mourinho al frente. Mientras parte de la afición duda sobre la veracidad de la información, al no revelar el nombre del futbolista, Ramires, Willian y Oscar salieron rápido al paso para insistir una vez más en que el vestuario sigue respaldando a su entrenador pese a haber realizado el peor inicio desde la 1978-79.
Otro sector de la prensa, no obstante, asegura que de puertas para dentro la relación del técnico con algunos futbolistas como Hazard, el líder del equipo, dista de ser la ideal y que si Mourinho sigue en su cargo es sólo por la falta de alternativas para sustituirle. En este sentido, ayer salió el nombre de Fabio Capello como sustituto de emergencia si el equipo no mejora. Ayer se supo que Mourinho deberá cumplir un partido de sanción ante el Stoke por su comportamiento inadecuado ante el West Ham.
Ancelotti y Hiddink, mientras tanto, han perdido peso porque según varias fuentes el ex del Real Madrid no estaría dispuesto a coger el equipo sólo de manera interina mientras que dentro del club su opción no convence a largo plazo. Abramovich, no obstante, sigue soñando con Guardiola por delante de otros técnicos como Simeone, Conte y Leonid Slutsky, del CSKA.