Coutinho deja a Mou al borde del despido con dos golazos
El Chelsea se adelantó nada más empezar con un gol de Ramires, pero el Liverpool le dio la vuelta al marcador y perdonó incluso una goleada mayor.
El Liverpool asaltó Stamford Bridge con una victoria por 1-3 para ahondar en la crisis del Chelsea y dejar a José Mourinho en el disparadero. El equipo blue se adelantó pronto en el marcador con un tanto de Ramires tras un gran inicio pero el conjunto de Klopp respondió con una presión asfixiante para llevarse la victoria con un doblete de Coutinho y otro tanto de Benteke. El futuro de Mourinho, tras sumar seis derrotas, dos empates y sólo tres victorias en las primeras once jornadas, es negro aunque el apoyo de gran parte de la grada desde el minuto cero hasta el 90 al grito de “José, José” ha puesto a Abramovich en un dilema…
Mourinho sabía que era una guerra, quizá su última, y así lo afrontó desde su alineación. Dejó el talento de Matic y Fábregas en el banquillo y apostó por el músculo de sus dos soldados más fieles (Ramires y Obi Mikel), con Hazard con libertad en la posición de 10. La decisión tan discutible como lícita por el bajo rendimiento de los dos primeros tuvo un inicio prometedor pero un final funesto. Porque quizá lo que vale para ganar una batalla pero no es suficiente para conquistar la guerra.
Azpilicueta y Ramires, quizá los dos ejemplo más claros de esa meritocracia de la que Mourinho ha hecho gala durante su carrera, le pusieron por delante en el marcador en el minuto tres. El Internacional español llegó a línea de fondo, puso un centro medido al área y Ramires emergió desde segunda línea para imponerse a Alberto Moreno y batir a Mignolet. El Chelsea era un ciclón tanto en el campo como desde una grada entrada a su entrenador y Terry tuvo el segundo poco después e n una falta bien sacada por Willian.
Pero a partir del minuto 10 el partido cambió no tanto por el bajón del Chelsea como por la respuesta del Liverpool, sacudida por un Klopp agitado desde el banquillo. Su equipo cogió el balón, asfixió a rival con la presión alta y se lanzó a por el empate. Clyne lo buscó con un disparo desde la frontal, Lallana con un cabezazo tímido y Lucas con otro aún más suave a las manos del portero. Klopp, mientras tanto, pidió un discutible penalti por una mano de Terry. Sobraban intenciones pero con Benteke en el banquillo y Sturridge lesionado faltaba instinto asesino.
Pero a falta de sangre apareció la calidad de Coutinho. El brasileño, junto a su compatriota Firmino, se aprovechó de la debilidad de Mikel y Ramires para danzar a sus anchas por las inmediaciones del área has encontrar el tanto final, justo antes del descanso, tras deshacerse de varios marcadores y sacar un tiro suavecito pero imparable para Begovic.
El descanso esperaba la reacción del Chelsea. No la hubo. El Liverpool salió a hacer más sangre y en los primeros minutos puso en jaque a Cahill en un par de ocasiones. Mourinho trato de cortar la herida sacando a Hazar del campo, el mejor futbolista de la Premier League, por el joven Kenedy. Al minuto el brasileño había hecho más que el belga en toda la primera mitad pero tampoco fue suficiente.
El Chelsea mejoró y pudo en encontrar premio en una polémica jugada en la que el árbitro perdonó a Lucas la roja por una segunda y clara doble amarilla. Mourinho entró en cólera porque vio que ahí se acabo el partido. Desde entonces todo fue remar a la contra porque apenas minutos después Coutinho marcó el segundo con otro genial disparo desde fuera del área, después de que Benteke, que acaba de salir al campo, se impusiera a la defensa blue en el balón aéreo. Luego, el propio delantero belga, anotó el tercer tanto del partido para dar la estocada definitiva al Chelsea. Y quizá a Mourinho. En apenas horas se sabrá.