Ricardo: “En Japón hay porteros con actitud y buen nivel”
Ricardo se marchó a la selección japonesa como entrenador de porteros con Javier Aguirre y tras la marcha de éste decidió quedarse. Está viviendo toda una aventura allí.
—¿Cómo le van las cosas por Japón, Ricardo?
—Bien, hace ya un año que estoy como preparador de porteros de la selección y me encuentro como en casa. La vida en Tokio es muy parecida a la vida europea. Era la oportunidad de vivir algo muy bonito y lo estoy haciendo. Me está permitiendo también conocer otros países muy diversos.
—Salió Aguirre del cuerpo técnico tras el fracaso en la Copa de Asia y el escándalo de los amaños en España, pero usted, que había ido con él, se mantuvo. ¿Cómo fue eso?
—Tenía dos años de contrato, además ampliables, y era el único que estaba con mi familia al lado. El nuevo seleccionador, Halihodzic, me quiso con él y decidí quedarme. Hay algún francés en el cuerpo técnico y los japoneses que estaban antes también siguen. No hay problema. Enseguida me sentí uno más entre ellos.
—¿Qué tal se trabaja allí?
—Los japoneses, como se dice, son más cuadriculados, pero también muy justos y honrados. No hacen distinciones y a la hora de trabajar son siempre serios. Es gente amable y correcta. Se trabaja bien.
—¿Y el idioma?
—Me manejo en inglés y algo en japonés, no se crea. Pero con gente joven y de fútbol no hay problema. Uno se acaba haciendo entender.
—¿Qué le pasa al fútbol japonés que no termina de dar el salto que se esperaba?
—Hay muchas expectativas y eso genera presión, como en otros lados. Necesitamos que los resultados sean buenos porque el país está muy pendiente de nosotros. Todos los partidos que jugamos en casa son con el campo lleno. El fútbol tiene el objetivo de superar al béisbol como deporte nacional y eso no es sencillo.
—Al menos la fase de clasificación para el Mundial la tienen bien orientada...
—Vamos bien, sí. El objetivo en estos momentos es acceder al Mundial, pero la exigencia en todos los partidos es altísima. Cuando hay un Mundial en juego no hay encuentro fácil, ni siquiera los amistosos de preparación. Hemos jugado en Omán ante Siria y en Teherán dos veces, contra Irán y Afganistán. Son sitios variopintos, pero con hoteles y facilidades como para no preocuparse de nada.
—¿Es muy distinto el portero japonés al europeo?
—Yo veo actitud y buen nivel. Entre los cinco que llevo cubro todas las características. Además hay futuro para mejorar.