Gareth Bale no va a París
El Madrid confiesa que sufre su quinta lesión muscular en el sóleo de la pierna izquierda. Jugó sin necesidad los 90’ del Gales-Andorra. Benítez le dio un tiempo ante el Levante.
Lo de Bale se ha convertido en un sainete. Hoy no viajará a París por lesión. Ayer no pudo entrenarse con sus compañeros y el Madrid confesó en un parte médico en su web que se ha vuelto a lesionar “en el sóleo de la pierna izquierda”. Lo peor de todo es que la lesión refleja cómo Bale ha dejado en un segundo término los intereses del Madrid para anteponer los suyos y los de Gales. Recapitulemos.
El galés cayó lesionado ante el Shakhtar el pasado 15 de septiembre (estuvo parado cuatro partidos) y no pudo ser titular el 4 de octubre en el derbi (sólo jugó 25 minutos). Pese a estar más de 15 días de baja no tuvo inconveniente en ir con Gales. Es más, a su llegada no tuvo reparos en reconocer que el encuentro ante el Atlético le había servido “para poner a punto mis piernas”. Un paso más para estar listo ante Bosnia, el único encuentro que le interesaba. El sábado 10 de octubre jugó los 90 minutos frente a los bosnios. Perdió, pero logró el pase para la Eurocopa. Entonces Bale, en lugar de volver a Madrid como le habían recomendado los médicos y Benítez, decidió por su cuenta y riesgo quedarse para el partido-fiesta ante Andorra. Cristiano, que estaba en la misma situación que él, decidió no jugar el Serbia-Portugal (día 13), tuvo unos días libres y el lunes 12 ya trabajaba en Valdebebas.
A Bale le dio igual venir de una lesión. Decidió quedarse a ‘celebrar’ el Gales-Andorra el 13 de octubre. Jugó los 90 minutos y confesó en Wales Online que acabó tocado: “Sentí calambres. No creo que el Madrid quisiera que jugara los 90 minutos ante Andorra, pero quería jugar”.
Calma. Con todo, Bale no regresó inmediatamente a Madrid. Benítez le dio el miércoles libre, mientras que el resto de internacionales (excepto Keylor y Marcelo por tener viajes transoceánicos) ya estaban a las órdenes del técnico. Con el ajetreo de los anuncios del miércoles, el jueves no pudo completar la sesión y sólo tuvo un entrenamiento antes del partido ante el Levante: el del viernes.
Con este panorama, Benítez (defensor de las rotaciones) sorprendió poniéndole de inicio ante los levantinistas el sábado. En el descanso le tuvo que sustituir, pero ocultó su lesión en la conferencia de prensa: “Le cambié porque estaba fatigado”. El domingo El Chiringuito cazó al galés acudiendo a una clínica privada en Madrid y sobre las 22:00 Bale subió un tuit, metido en una piscina: “Trabajando con los fisios en domingo. Pensando en París”. Quizá se refería a un viaje de placer porque 18 horas más tarde el Madrid confesó su lesión, la 14ª que sufre el equipo esta temporada (diez musculares y cuatro por otros motivos).
El egoísmo del galés no ha sentado bien en el vestuario. Sus compañeros, tengan su teléfono o no, no entienden que no parase para estar a tope en una semana decisiva. Cristiano, por ejemplo, dejó la concentración de Portugal tras clasificarse para la Eurocopa y Ramos ni fue con España después de haber jugado infiltrado el derbi. Tampoco gustó a los que se quedaron en Valdebebas durante el parón ver cómo Benítez le daba la titularidad ante el Levante después de haberse entrenado sólo un día. Como colofón, un dato preocupante: es la quinta lesión que sufre en el sóleo izquierdo desde diciembre de 2013...