Longhi, el perico que triunfa en Malasia al mando del Johor
Llegó a ser entrenador accidental del Espanyol y ahora está a un partido de poder acceder a la final de la Copa Asia. "El nivel es como el de la Segunda española", apunta.
Malasia es uno de los países emergentes del fútbol asiático y un perico como Raúl Longhi, quien fuera jugador y entrenador del Espanyol B, está ayudando a su crecimiento comandando junto al argentino Mario Gómez el Johor, actual campeón de Liga y semifinalista de la Copa de Asia. Una clasificación, esta última, que ya es un éxito en el país. El conjunto propiedad del príncipe de la región es el primer malasio que ha logrado pasar a esa ronda. En la ida, perdieron 3-1 ante el Quatsia de Kuwait, aunque este mismo martes tendrán la reválida en su feudo. “Nuestro mejor jugador es Lucho Figueroa, que había estado en el Villarreal, y que marca la diferencia. Nos dejan tener tres extranjeros por equipo y el nivel es parecido a la Segunda División española”, asegura Longhi.
El fútbol en Malasia va en aumento. “Están empezando a apostar por entrenadores europeos para intentar mejorar los entrenamientos. En Malasia la temperatura es de 30 grados la mayoría de los días del año pero la humedad es muy fuerte. Los jugadores pueden cobrar de 150.000 a un millón de euros (los extranjeros) y el nivel de vida es de contrastes. La ciudad me recuerda, por momentos, a Nueva York, en el sentido de que hay rascacielos y, a la vuelta de la esquina, casas bajas y barrios más pobres”, relata Longhi, quien tiene contrato hasta diciembre de 2016.
Los aficionados pagan alrededor de ocho euros por ver un partido y los estadios siempre están llenos. “Aquí siguen la Premier. Es la Liga referencia y todos los pequeños quieren emular a esos ídolos. De la Liga española tampoco conoce mucho, más allá de Barcelona, Real Madrid, Messi y Cristiano. ¿El Espanyol? No, pocos saben de su existencia”, añade el técnico, quien se encarga principalmente de “trabajar con balón, mejorar la posesión. Hemos dado un salto cualitativo en este aspecto”, valoró.
Longhi no es el primer extécnico en España que está en Johor o en otro equipo malasio. César Ferrando, el propio Mario Gómez, extécnico de Mallorca, o los jugadores Carlos Aimar o el español Dani Güiza también han vivido esta aventura. “Tuve la suerte de ser amigo de la persona de confianza del príncipe en España. Nuestra buena relación hizo que apostaran por mí y ahora las cosas nos han salido rodadas. Todos están muy contentos con nuestro trabajo, aunque aquí reina la impaciencia y ya veremos qué nos depara el próximo curso”, expuso Longhi, quien va siguiendo desde la distancia el Espanyol. “Hay que tener paciencia. Hay muchos jugadores nuevos y se tienen que acoplar poco a poco”, destacó, relatando algunas jugadas de partidos pasados de Liga, muestra de que, cuando puede, sigue de cerca las evoluciones del que sigue siendo su equipo.