Ángel María Villar, al frente de la UEFA contra su voluntad
Asume todas las funciones y deberes de Platini como vicepresidente primero de la UEFA, pero sin ser presidente. Villar no se dejó ver ayer en todo el día.
Villar ha tomado el control de la UEFA. El presidente de la FEF está al volante. Ayer asumió como primer vicepresidente “las obligaciones y funciones” de Platini, suspendido por la FIFA por noventa días, ampliables 45 más .
A Ángel María Villar (Bilbao, 65 años) le pilla la entronización contra su voluntad. La prueba de que no le hace ninguna gracia su nueva posición es que no se dejó ver en todo el día. Víctima del miedo escénico, tampoco compareció en la conferencia de Prensa ante los más de 250 periodistas llegados de todo el mundo que fue traducida simultáneamente a cinco idiomas (español, inglés, francés, alemán y portugués) de los cuales el nuevo hombre fuerte de la UEFA, Villar, sólo maneja uno: el materno, el castellano.
Villar le pasó el marrón al secretario general de la UEFA. Gianni Infantino fue el encargado “de dar la cara”, como él mismo reconoció. Cuando salió al ruedo, Villar ya había puesto rumbo al aeropuerto de Ginebra en el mismo coche en el que le recogieron a pie de pista la noche del lunes, un Jaguar azul con las lunas tintadas.
El papelón que hizo Infantino ante los periodistas fue de premio. Recibió varias andanadas sobre el asunto mollar: los dos millones de francos (1,8 millones de euros) que Platini cobró en diferido, con un retraso de nueve años, por servicios de asesoramiento a Blatter, pago que no está soportado por un contrato legal ni justificado por documentación alguna. “No puedo entrar en los detalles sobre este asunto”, despejó al voleón Infantino.
Mutis. El caso es que ha pasado una semana larga desde que Platini fue inhabilitado por este asunto y aún no se sabe en concepto de qué cobró esa cantidad ni por qué lo hizo con una década de retraso. El mutis por el foro sobre el tema tabú ya cansa hasta a los más viejos. Lennart Johansson, que fue presidente de la UEFA durante 17 años (1990-2007), dijo que “Platini no puede seguir ni un minuto más en la UEFA sin dar una explicación creíble”. Johansson, de 85 años, no salía de su país, Suecia, desde hace más de diez. Pero ayer lo hizo, como presidente de honor de la UEFA, “porque la ocasión lo requiere”. Pese a su edad y a su posición honorífica fue de los más beligerantes en la reunión del Comité Ejecutivo, a la que Platini, que no asistió por estar inhabilitado, envió a sus abogados a hablar en su nombre.
Los argumentos de los letrados convencieron a algunos. Villar entre ellos. El presidente in pectore de la UEFA defendió a capa y espada a Platini desde el propio trono del francés. También lo hizo el representante de Italia, Abete, y por supuesto la Federación de Francia.
Pero, ojo, Platini ya no tiene el apoyo incondicional de las cuatro federaciones británicas ni de las nórdicas, que tienen mucho tirón. Si no da explicaciones convincentes sobre esos dos millones que siguen en el limbo, le retirarán el voto. Incluso se baraja la posibilidad de que los ingleses ya estén trabajando en un candidato europeo alternativo para presentarle a presidente de la FIFA. Los mejor colocados son Michael van Praag (Holanda), Wolfang Nierbasch (Alemania) y Greg Dyke (Inglaterra). Los ingleses, además del asunto de los dos millones, no le perdonan a Platini que el 2 de diciembre de 2010 le diera su voto a Qatar para organizar el Mundial de 2022 pese a que unos días antes había anunciado que iba a votar a Estados Unidos.
Mientras, Infantino a lo suyo. Dijo que “Platini cuenta con el apoyo unánime de la UEFA”, lo que ya se ha visto que no está tan claro, y que urge “al Comité de Apelación de la FIFA y al TAS para que resuelvan este caso en el plazo de un mes”, lo que parece improbable. Platini tiene mucho interés en presidir el sorteo de la Eurocopa el 12 de diciembre en su país, Francia, y de ahí las prisas. Si no se cumplen esos plazos tal honor le va a corresponder a Villar, que no tiene ninguna gana de verse en la tesitura que hacer de anfitrión del propio Hollande en París. Bastante tuvo con lo de ayer. Según uno de los 54 miembros de la UEFA que le vieron “Villar no tenía buena cara”. Fue antes de que le liberaran de salir ante la prensa internacional, se conoce. “La reunión la ha llevado Infantino, pero él ha hecho un llamamiento a la unidad solemne”, dijo este mismo testigo.