Italia cumple para certificar su presencia en la Eurocopa
Se impuso sin problemas a Azerbaiyán con goles de Stephan El Shaarawy, Éder Martins y Matteo Darmián y estará en la Eurocopa de Francia.
Italia selló su pase para la Eurocopa con una jornada de adelanto batiendo a Azerbaiyán a domicilio 3-1: un golpe de autoridad de La Nazionale, que por primera vez en la era Conte consiguió marcar tres goles en un partido, a pesar de las ausencias sufridas en esta semana. El seleccionador, obligado a renunciar a los lesionados Berardi, Insigne y Pirlo, decidió salir de inicio con un 4-4-2 que en la fase ofensiva se transformaba a menudo en un 4-2-4, con El Shaarawy y Candreva en las bandas. Una solución para acabar con la falta de goles (apenas cuatro en los últimos cinco partidos) que dio frutos. El primero, tras solo 11 minutos: un pase largo a lo Pirlo de su 'heredero' Verratti puso a Eder solo ante Aghayev, al que batió sin apuros. El oriundo, capocannoniere de la Serie A, marcó así su segundo tanto con la Azzurra en 5 presencias.
Azerbaiyán, sin embargo, no se desmoronó y confirmó ser un equipo respetable (llevaba cuatro partidos de clasificación sin perder): los de Prosinecki, con el paso del tiempo, consiguieron controlar la pelota encontrando pero poco espacio entre las dos líneas de Conte. En el 31', no obstante, un error de Bonucci y Chiellini hizo llegar el balón a los pies de Nazarov, que desde el límite del área batió a Buffon con un derechazo.
El tanto despertó el hambre azzurra y el talento de El Shaarawy, que después de haber desperdiciado dos buenas oportunidades empujó entre palos el 1-2 tras un pase vertical de Candreva, en una jugada que demostró el acierto de Conte en apostar por dos extremos tan ofensivos. El Faraone llevaba desde el 14 noviembre del 2012 sin marcar goles con la selección y gracias a su fichaje por el Mónaco parece haber vuelto a encontrar, por fin, su mejor condición.
En la reanudación la Azzurra controló el enfrentamiento hasta encontrar el 1-3 en el 65'. La presión muy alta ordenada por el técnico italiano llevó a Darmian a robar un balón a pocos metros del área rival: el lateral del Manchester United batió a Aghayev con un potente disparo que valió su primer tanto con la Selección. A partir de entonces la Azzurra controló la reacción de los locales y protagonizó el tramo final del encuentro con un imparable Giovinco: el delantero del Toronto forzó una tarjeta roja a Huseynov, una amarilla a Medvedev y se topó con el larguero con un gran lanzamiento de falta. Una victoria merecida para Italia, que ahora podrá empezar a preparar la cita francesa con más tranquilidad. No le faltan talentos para volver a ser grande tras el fracaso vivido en Brasil.