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GRUPO E | VILLARREAL 1 - VIKTORIA PLZEN 0

Baptistao, otra perla en Europa

El brasileño saca de un lío al Villarreal con un gol de bandera. El Submarino sufrió por su falta de puntería, pero reaccionó tras un mal debut apoyado en su defensa.

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Baptistao, otra perla en Europa

Leo Baptistao ya ha brillado en un mes mucho más que en los dos últimos años. Cinco días después de tumbar a su Atleti y hacer a su equipo líder de la Liga por primera vez en su historia, resucitó con un gol de bandera al Villarreal en Europa tras el nefasto debut de Viena. El tanto, cuarto en lo que va de curso, no fue uno más. Más allá de la importancia, sobre todo quedará la belleza. Arrancó desde la línea divisoria y trazó una diagonal con exceso de velocidad en la que dejó atrás a dos rivales, aprovechando el espacio dejado por el gran desmarque de Soldado. De un plumazo, el brasileño mató con la zurda, disolvió un atasco y sonrojó a una defensa rival demasiado blanda.

El Villarreal había sido un vendaval en la primera media hora y una madre hasta el descanso. Hasta ese gol fue incapaz de sonreír. No supo marcar cuando apretó debidamente y su frustración fue acompañada de un desorden inusual por momentos que aprovechó el Viktoria para respirar. Castillejo, Baptistao y sobre todo la cabeza de Soldado pudieron, debieron y no atinaron a poner a su equipo en ventaja mucho antes. Así que costó hacer los deberes más de lo esperado. El campeón checo, incapaz de crear y construir, apoyó su juego en la tranquilidad que da tener ya tres puntos en la tabla y en el juego aéreo que tantos problemas creó al Submarino en el traspié ante el Rapid. Se creció y casi se convierte en gigante.

La segunda mitad, sin ser tan brillante como el arranque de partido, valió al Villarreal para espantar los fantasmas. Cuando más atascado estaba se encontró con la genialidad de Baptistao. Quedaba más de media hora por delante con el 1-0 y el Villarreal, ofensivo por naturaleza, intentó contenerse desde entonces, no descomponerse, no conceder ni regalar en defensa y, sobre todo, sentenciar si era posible. Aunque mandó, no pudo ni supo hacer más daño. Le faltó juego por fuera. La suplencia de Mario se nota. La falta de pausa de Castillejo también. Y además que Marcelino sólo hizo tres rotaciones y el cansancio comenzó a aparecer.

Al menos, por el camino el Villarreal confirmó sensaciones. La mejor de todas ellas, la solidez defensiva con Bailly y Víctor Ruiz: tercer partido seguido sin encajar gol. También el buen momento de forma de Bruno, al que el rojo le iría tan bien como el amarillo. Y como colofón, la madurez de Nahuel, cuyo caso es curioso. Es titular indiscutible en este inicio de temporada recién estrenada la mayoría de edad y uno de los jugadores que más divierten a la grada. Mientras Denis y Castillejo, van con la Sub-21 mientras se adaptan como pueden al estilo del Submarino, él, que ha sido recientemente campeón de Europa con la Sub-19, aún espera una llamada. Su sociedad con Soldado y Baptistao dará que hablar. De momento, con este talento ofensivo y el empuje de los que viene por detrás, el Villarreal manda en España, recobra la normalidad en Europa y vuelve a demostrar que ficha como pocos. Baptistao es otro ejemplo más.