Rosengard: la dura vida de Ibrahimovic en Malmoe
Ibrahimovic debutó con el rival blanco tras criarse en un barrio pobre. Siempre con polémica: pidieron firmas para echarle por agredir a un compañero del equipo.
Puedes salir de Rosengard, pero Rosengard no sale de ti, Ciudad Zlatan”. Esta es la inscripción que reza en un túnel que da acceso al barrio que vio nacer a Zlatan Ibrahimovic en Malmoe. Alejado del lujo de la zona cercana al estrecho de Oresund, ocho de cada diez habitantes son inmigrantes o hijos de la inmigración. Como Ibra, de padre bosnio musulmán y madre croata católica.
Un barrio duro que forja carácter. También el fútbol callejero. “No pisé el centro de Malmoe hasta los 17 años... Mi vida eran las pistas de fútbol donde tu prestigio no se medía en goles, sino en los ‘¡Guau!’ y ‘¿Has visto eso?’ que podías provocar con tus trucos con el balón. Así fue como pulí mi técnica”, explica el propio Ibrahimovic en su autobiografía, que ha vendido ya 810.000 ejemplares en Suecia, un país con una población de diez millones.
Visitando Rosengard, donde hay desde 2007 un campito con su nombre, se entiende por qué Ibrahimovic no vivió una infancia sencilla. El propio delantero reconoce en su libro que pasaba el tiempo robando bicis, hurtando en las tiendas, lanzando huevos a prostitutas por diversión y buscando qué comer. Su padre, Sefik, era alcohólico. “Abría los armarios con la esperanza de encontrar comida, pero sólo había cerveza”. Se alimentaba tan mal que sufrió meningitis. Su refugio era el fútbol.
Así, y tras destacar en el Balkan FC, terminó en la cantera del Malmoe FF, el rival blanco de hoy. Allí coincidió con Rosenberg, el actual capitán del equipo, y tampoco lo tuvo fácil. El padre de un compañero al que propinó un cabezazo pidió firmas para que le echasen del club. Se salvó y después, ya con 19 años, se convirtió en la venta más cara de la entidad cuando el Ajax pagó por él nueve millones de euros. Récord de Suecia.
Ibrahimovic regresará a Malmoe con el PSG el 25 de noviembre y nadie habla de otra cosa. Especialmente en Rosengard. Lo aseguran sus vecinos: “Aquí muchos niños no saben quién es el Rey de Suecia, pero todos conocen a Zlatan...”.