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NÁPOLES 2 - JUVENTUS 1

La Juve no levanta cabeza

Sigue hundida en la tabla tras su derrota ante el Nápoles. Insigne e Higuaín adelantaron a los locales y el gol de Mario Lemina fue insuficiente. Morata empezó en el banquillo.

La Juve no levanta cabeza
STRINGER/ITALYREUTERS

El Nápoles salió definitivamente de su crisis de resultados tumbando a la Juventus en el San Paolo: los campeones de Italia sufrieron un 2-1 que agranda su momento negativo tras haber conquistado solo una victoria, con dos empates y tres derrotas, en los primeros seis partidos. Allegri volvió a salir de inicio sin Morata, tras el problema en los músculos abdominales sufrido hace una semana, ni Cuadrado, utilizando en la delantera la pareja Zaza-Dybala y a Hernanes en el mediocampo. Ninguna sorpresa entre los azzurri: Sarri apostó por la garra y la rapidez de Callejón en el lado derecho de su 4-3-3, con Higuaín e Insigne que completaban la delantera.

La Vecchia Signora empezó el choque con autoridad, buscando el control de la pelota y el pase vertical para sus puntas, que sin embargo acababan a menudo en posición de fuera de juego gracias al buen trabajo de la línea defensiva azzurra, cada vez más organizada. Era el guion perfecto para las características del Nápoles, que esperaba sin sufrir demasiado peligro y hacía daño con el contragolpe de su devastadora delantera. Insigne estaba sencillamente imparable y después de veinte minutos dando un recital llegó a romper el partido: perfecta combinación con Higuaín y disparo raso del extremo italiano que se coló en la portería de Buffon. Il Magnifico, que vive un momento espectacular, logró así su tercer gol en este campeonato justo en el día que llegó a 100 presencias en la Serie A. Parecía su noche perfecta, pero el disgusto llegó poco después: un problema en la misma rodilla que sufrió la ruptura del ligamento cruzado hace un año le obligó a abandonar el césped. El miedo calló de repente al San Paolo, aunque su ídolo solo sufrió un esguince y pronto podrá volver a enamorarle con sus jugadas.

Mertens sustituyó al número 24 de los azzurri, que a partir de entonces esperaron la reacción de la Juventus para buscar espacios y sentenciar, y en el tramo final de la primera parte tuvieron dos ocasiones para hacerlo con Callejón y Mertens, mientras que los bianconeri le pudieron dar trabajo a Pepe Reina solo gracias a un error de Koulibaly, que Zaza no pudo convertir en gol gracias a una gran parada del español.

La reanudación empezó con la agresividad de ambos conjuntos, y el árbitro Orsato tuvo que sacar hasta cuatro amarillas en apenas 10 minutos. La Juve intentaba hacerse con la pelota, pero sus llegadas acababan ante la organizada pared azzurra sin crear apuros: Pogba fue anulado casi totalmente por el trabajo de Hysaj y Callejón. El choque parecía igualado, hasta que apareció Higuaín: el Pipita aprovechó un error de Hernanes, se deshizo de Padoin y batió a Buffon con un potente zurdazo cruzado que supone su quinto tanto en la Liga.

La proeza del argentino desató la fiesta del San Paolo, que mientras celebraba encajó el 2-1 de la Juventus casi sin darse cuenta: perfecto centro de Dybala para Lemina, que empujó entre palos sin apuros. Un error que podía costar carísimo para los azzurri, que además vieron entrar en el campo a dos cracks como Cuadrado y Morata: la calidad de los bianconeri aumentó y los peligros para la defensa napolitana, también. Sin embargo, con carácter, los locales pudieron volver a organizarse y con el paso del tiempo cerraron los espacios hasta conseguir un merecido triunfo: es la victoria que la ciudad partenopea esperaba para volver a enamorarse de su equipo y la fiesta de los jugadores, que se fueron a celebrar bajo los dos fondos del estadio de Fuorigrotta, lo demuestra. La Juve, por su parte, sigue en una crisis profunda y mañana, con un triunfo del Inter, se encontraría lejos 13 puntos del primer puesto. Tras cuatro años de dominación, su reinado en el Bel Paese podría llegar a su fin.