Un Chelsea parco venció con poco a un Arsenal disminuido
El equipo de Mourinho aprovechó la expulsión de Gabriel y optó por manejar el resultado. Zouma abrió el marcador y Hazard lo cerró al final.
El Arsenal arrancaba el partido con la intención de controlar el balón y así las acciones de peligro. La idea se pudo llevar a cabo durante los primeros minutos, en que Cazorla y Coquelin se hicieron de la pelota y se asociaron bien con los cuatro atacantes que les acompañaban: Ozil por izquierda, Ramsey por derecha, Alexis detrás del Walcott y el inglés moviéndose entre Zouma y Cahill. El poco peligro que generó el equipo de Wenger llegó justamente gracias a los rápidos desmarques de Walcott, aunque cayó un par de veces en fuera de juego.
A partir del minuto 15, el Chelsea, que no encontraba el balón al comienzo, empezó a manejar mejor la posesión. Cesc se vio más enchufado que en el resto de partidos de esta temporada y Matic, como siempre, optó por el pase simple y eficaz. Se echó de menos la electricidad y clase que suele aportar Hazard: el belga, como suele suceder, apareció de manera intermitente y con sólo algunos de sus arranques. Lo mismo Pedro. Ambos estuvieron bien controlados por los laterales y medios del Arsenal. El brasileño Oscar, por su parte, estuvo completamente desparecido e impuntual en los cruces, a diferencia de Diego Costa, quien se movió bien por los flancos para generar espacios.
Si casi todo el primer tiempo fue tranquilo, casi parco, el final llegó con violencia y nervio. Diego Costa, como es costumbre, buscó enervar a Koscielny y a todo el Arsenal, y lo logró. El francés fue víctima de tres manotazos del hispano-brasileño en el rostro, aunque el colegiado Mike Dean prefirió mirar para otro lado. Gabriel Paulista salió en defensa de su compañero de zaga y Costa perdió los papeles. Dean optó por ser diplomático: mostró amarilla a los dos (aunque Costa debió irse expulsado). El colegiado no logró controlar la situación y las fricciones siguieron entre el de Lagarto y Gabriel. Dean fue testigo de un gesto con el pie del defensor del Arsenal –bastante más débil que los manotazos de Diego- y para él fue suficiente: roja directa para el ex Villarreal y sonrisa pícara de Costa. El primer tiempo terminó en empate, pero el delantero de la selección brasileña consiguió su pequeño triunfo.
Si el segundo tiempo se perfilaba extremadamente difícil para el Arsenal por tener un hombre menos, el panorama empeoró con el gol del Chelsea. Al minuto 52, tras centro de Cesc, Zouma apareció libre en el segundo palo y batió a Cech de cabeza. Mourinho celebró con alivio y su equipo empezó a controlar el partido con calma y en campo del Arsenal. A pesar de manejar el balón con comodidad y de la superioridad numérica, el equipo de Wenger logró generar un par de contras a través de Alexis y Walcott, aunque fueron infructuosas. Hazard y Pedro atacaban con espacio, pero desperdiciaron las chances que tuvieron.
En el 74’ Alexis y Ozil dejaron el campo y dieron lugar a Oxlade-Chamberlain y Giroud, respectivamente, con lo cual el dominio del Arsenal creció pese a estar con un jugador menos. Todo eso se cayó, sin embargo, con la expulsión de Cazorla en el 78’, lo que dejó al Arsenal con 9 y ya sin esperanzas. Diego Costa, que hizo todo lo posible por ser expulsado, fue reemplazado por Rémy al 81’. El equipo de Wenger necesitaba de un milagro para empatar, y no se produjo. En el 91', Hazard aprovechó un balón en el área y, tras desvío en Chambers, se coló en la portería de Cech. El Chelsea, con muy poco, se impuso y sacó tres puntos que a estas alturas son como un bálsamo para Mourinho. Si algo quedó claro, es que al equipo azul no le sobra nada y que le costará mucho alcanzar a los punteros.