Miguel Ángel: “Me dicen que Keylor trabaja como una fiera”
Nació en la Nochebuena de 1947 en Las Burgas (Ourense). Fue un gran portero durante tres lustros... "A Keylor le ha venido bien quedarse en el Madrid", dice.
Usted es noticia cuarenta años después. Keylor igualó su récord de imbatibilidad en el arranque de una Liga. Tres jornadas sin recibir gol.
—No deja de ser una anécdota. No es falsa modestia. No me acordaba de aquello porque eso de las estadísticas ha sido un invento del fútbol del siglo XXI. Pero halaga lo suyo. Es un buen reconocimiento.
—No le marcaron ni el Racing de Aitor Aguirre, ni el Oviedo de Galán, ni el Hércules de Barrios. Y apúntese que tampoco le marcó el Betis de Anzarda en la cuarta jornada. El registro se rompió en la quinta con un gol de Germán Dévora, el cerebro de Las Palmas...
—Yo siempre empezaba las temporadas a muerte, pero la clave estaba en mi cuarteto defensivo. Sol, Pirri, Benito y Camacho permanecieron varios años y eran un seguro de vida para los porteros del equipo.
—Pero pudo ser García Remón el que estuviera en su lugar.
—Es verdad. Nos turnábamos por lesiones. Me explico. Era tal el nivel de competencia entre los dos, que sólo ir a la enfermería te quitaba la titularidad.
—¿El Bernabéu era tan exigente como lo es ahora? ¿También había música de viento en sus tiempos?
—El Bernabéu pesa mucho. Tanto que a veces te tiemblan las piernas. El Madrid siempre tuvo porteros de altísimo nivel, porque aquí un error te lleva a las portadas de los periódicos y al centro de las tertulias futboleras. Cuando yo llegué siendo un crío estaban Betancort, Araquistain, un joven Junquera... En el Madrid siempre hubo porteros de nivel máximo.
—¿Ve a Keylor con nivel para ser el portero del Madrid?
—Me cuentan que trabaja en Valdebebas como una fiera y que lucha por mejorar sus defectos. Tiene muy buenas condiciones y las estamos viendo. Sólo le veo un pero...
—¿Cuál?
—Le faltan tablas y experiencia en los grandes partidos. Al menos con el Madrid. Le he visto con Costa Rica en el Mundial. Y con el Levante no es igual que jugar con el Madrid. Lo sabremos cuando llegue el derbi con el Atleti, el Clásico con el Barça o los grandes rivales en Champions. Yo confío en él.
—El Bernabéu coreó a Keylor ante el Betis.
—Eso le habrá dado mucha fuerza y seguridad en sí mismo. Es difícil que el Bernabéu cante el nombre del portero. Las loas suelen ser para los goleadores. A Keylor le ha venido bien quedarse en el Madrid. En Cornellà se le vio muy enchufado. Se siente portero del Madrid a todos los efectos.
—La sombra de Casillas puede ser alargada...
—No debería serlo. Iker es un porterazo de la casa que durante 16 años lo ha ganado todo y ha sido un ídolo para la afición. Pero las etapas se queman y siempre llega el día de decir adiós al Madrid. Es difícil de asumir, pero es inevitable. Yo estuve 18 temporadas en este club. Imagine lo que cuesta decir: ‘Se acabó’.
—Los de mi generación no olvidamos sus jerseys de color verde y su agilidad bajo los palos. Usted era ‘el gato’.
—Me gustaba el apodo. No era alto, pero suplía eso con reflejos y mucho entrenamiento. Eso te da la agilidad.
—Gallego, usted jugó casi 350 partidos con el Madrid. Ha dejado huella.
—Se agradece, de verdad.