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ESPAÑA - ESLOVAQUIA

Eslovaquia no olvida a Petr Dubovsky ni su tragedia

Hace dos meses fue el 15 aniversario de su muerte. El entonces jugador del Oviedo, se encontraba de vacaciones en Tailandia y sufrió un fatal accidente.

ESTRELLA. Konoplyanka es el principal referente de Ucrania.

Hace 15 años la tragedia se llevó por delante la vida de Petr Dubovsky, uno de los mejores futbolistas que jamás haya dado Eslovaquia en su historia. El entonces jugador del Oviedo, anteriormente del Madrid, se encontraba de vacaciones en Tailandia con su novia y su hermano cuando sufrió un fatal accidente. Petr, gran aficionado a la fotografía, quiso tomar la mejor perspectiva posible de la espectacular cascada Namuang, en la isla de Koh Samui, pero un resbalón le hizo precipitarse. El fuerte impacto contra las rocas y la tardanza a la hora de rescatarle acabaron con su vida. “Quiero irme a casa”, cuenta su hermano Ivanov que aún le decía desde el fondo del abismo debatiéndose entre la vida y la muerte.

Tenía sólo 28 años. Hace sólo dos meses se cumplió el 15 aniversario de aquella tragedia y el fútbol eslovaco lo recordó como siempre hace, pues Dubovsky es considerado uno de los futbolistas que más ayudó a crecer al país en los 90, la época en la que Eslovaquia volvió a competir como país independiente de la República Checa. Desde el mismo año de su fallecimiento, la federación eslovaca entrega una distinción al jugador más prometedor de cada temporada que lleva el nombre de Premio Petr Dubovsky. Algunas de las estrellas de la actual selección —Hamsik, Stoch, Mak…— han recibido recientemente el trofeo, que consiste en una camiseta de la selección con el nombre de Dubovsky y un recordatorio sobre su vida.

Hoy su tumba se puede encontrar en un cementerio de Ruzinov. Entre un bosque de pinos se levanta un sepulcro de mármol blanco, especialmente llamativo por tener un balón de fútbol donde el epitafio. Eso y las cintas azules y blancas, en recuerdo a su época en el Slovan y en la selección, recuerdan que allí yace un joven del que Eslovaquia no se olvida, el gran Petr Dubovsky.