San Mamés apunta al lleno en la Supercopa ante el Barcelona
Habrá menor acidez en la grada por la baja de Neymar. La acumulación de encuentros, seis oficiales en 17 días, es la gran preocupación.
La acumulación de encuentros, seis oficiales en diecisiete días, es la gran preocupación del cuerpo técnico del Athletic. Tres partidos contra el Barcelona, dos ante el Zilina eslovaco para meterse en la fase de grupos de la Europa League y el derbi de Ipurua suponen un arranque muy potente. La afición está con hambre de fútbol y tiene pensado acudir en masa a San Mamés el viernes, a la ida de la Supercopa. Un viernes a las diez de la noche no es la mejor hora para ir al estadio. El aliciente de la revancha de la final copera es el impulso que le falta a una afición fiel como pocas a la hora de animar a su equipo. Ayer mismo se notó en Lezama: 500 personas se acercaron al entrenamiento.
Hay un título en juego y aunque se antoja una quimera batir a los de Luis Enrique a doble encuentro, existe la ilusión de acabar con el fantasma azulgrana. Más que nada también para coger moral de cara a la cita liguera del día 23, la que más preocupa y en la que seguro que se agotará el papel, aunque el club no haya hecho público aún si será o no de pago para los socios. La cercanía de la visita del Real Madrid (quinta jornada) apunta a que quizás se deje entrada libre a los abonados contra los de Luis Enrique.
San Mamés ya se abrió ante el Inter Bakú con media entrada, pero el viernes será distinto. La baja por paperas de Neymar, que se ha ganado como enemiga a la afición rojiblanca por su adorno en el regate sobre Bustinza en la final, restará acidez al ambiente contra los azulgranas, que estarán apoyados por un millar de seguidores, 575 provenientes del sorteo que hizo el club culé entre las 733 peticiones de socios. La venta en Internet lleva días funcionando a buen ritmo y mañana se abrirán las taquillas de San Mamés para el papel que resta. Con 46.000 socios para un aforo de 50.000, apenas quedarán las migajas.