El Athletic cae ante el Inter en Parma en su último amistoso
Valverde probó con cinco defensas. Jovetic fue una pesadilla. Los jóvenes dieron brío en la segunda parte, pero el físico de los pupilos de Mancini acabó imponiéndose.
El amistoso de Parma era como una chincheta en el zapato para el Athletic. Un remanso entre guerras. Las de Supercopa y previas de Europa League. Una pena ese incordio, en un marco de leyenda como el Ennio Tardini ante el rival con más enjundia de la agobiante pretemporada rojiblanca: el Inter de Milán.
Valverde puso a un puñado de suplentes y a la chavalería. No tenía otra alternativa. Hay que priorizar otros frentes. Sólo Etxeita repitió de salida con respecto a Bakú, ante el otro Inter, el malo. Jugó hasta el descanso. A cambio el técnico se propuso dar la alternativa a jugadores en la rampa de salida (como Aurtenetxe, Ruiz de Galarreta y Guillermo) y otros del filial, como Unai López, Iriondo y Undabarrena. Finalmente no salieron Gil ni Vesga. Iraizoz se mostró seguro y prolonga la incertidumnbe para la Supercopa y la Liga.
El partido fue insulso. El Athletic tocó el balón a la velocidad del McLaren de Fernando Alonso. La presión era gelatinosa y el Inter es un portento físico que contrasta con el peso pluma de los canteranos.
En el minuto 16, Jovetic dejó en el molde a dos tipos ya expertos como Etxeita y Gurpegui y cabeceó para una gran estirada de Iraizoz, que tras despejar vio cómo el balón rozaba el poste. El montenegrino, ex del Manchester City, fue una pesadilla en la calurosa noche de Parma (hubo un parón para refrescarse). En el 26, Icardi pasó desde el balcón del área al marfileño Gnoukouri que en posible fuera de juego (aunque Etxeita quedó algo enganchado) trianguló para el remate sin marca de Jovetic.
Con ese balón rosita del Calcio, el ritmo de elefante y la grada vacía, el partido todavía tenía menos entidad. Ibai maniobró por la derecha, con Lekue en la zurda. Cada vez que recuperaba el equipo, le costaba un mundo mover toda la maquinaria. El Athletic esperó atrás y probó con tres centrales y dos carrileros muy móviles. Cambió la imagen.
Cinco ocasiones de gol contra dos. Resumen de la nulidad ofensiva. Guillermo sigue negado de cara a gol y tuvo una oportunidad clara de cabeza tras córner. Iriondo salió para profundizar en el interior izquierdo. Con Lekue, luego a la derecha, dieron dinamismo y Sabin tuvo un testarazo en el que lo difícil era tirarla fuera como le ocurrió en el 81. El Inter retomó el dominio con una butaca cerca del área, lo que permitió otro tiro lejano de Gnokouri que envió a córner por arriba Iraizoz. Icardi puso la puntilla. La misma película de El Sadar pero con un rival de campanillas.