El título de Liga del Barcelona enfría el panorama electoral culé
Sin fecha fijada todavía (parece oscilar entre el 19 y el 26 de julio), Laporta sigue sin anunciar su intención. Benedito, Majó y Farré esperan y cierran el aval de 81 millones.
Mientras el equipo de Luis Enrique sigue descansando tras conseguir matemáticamente el título de Liga el pasado domingo en el Calderón, en los despachos profesionales de los precandidatos a la presidencia del club la actividad no se para, a la espera de la final de Copa (día 30) y de la Champions League (6 de junio). Las sensaciones para la mayoría de los aspirantes no son tan positivas como cuatro meses atrás, cuando parecía que con el equipo en crisis se caía el mundo y que la única salida posible era anticipar las elecciones. Josep María Bartomeu no estaba por la labor, pero la insistencia de algunos de sus vicepresidentes le llevaron a ello.
Mientras el presidente hace campaña cerca de los jugadores, el resto de interesados en ocupar el despacho presidencial sigue aguardando noticias. Esperan, lo primero, que se anuncie definitivamente la fecha, que parece oscilar entre el 19 y el 26 de julio (con el equipo ya en pretemporada), aunque no se descarta que sean más adelante. Agustí Benedito, Jordi Majó y Jordi Farré (hoy inaugura su sede social) se pronunciaron y esperan. Tratan de concretar dos de las variables primordiales para poder seguir en la carrera: reunir los 81 millones de euros en avales (el 15% del presupuesto) y las 2.534 firmas de socios que deberán ser validadas para convertirse en una garantía de confianza. Mientras, esperan en silencio el directivo Toni Freixa (fue a celebrar el título de Liga a Canaletes) y el expresidente Joan Laporta.
Silencio. Para el que fuese máxima representación de la entidad entre 2003 y 2010, las cosas parecen haber cambiado. Pocos conocen sus intenciones y no hablan para no dar pistas. En febrero parecía tener decidido dar un paso al frente (junto con el empresario catalán ubicado en Dubai, Víctor Font), pero vistos los resultados deportivos del primer equipo de fútbol, puede frenar su deseo de volver: sabe que si entra la pelota y se levantan títulos, el conservadurismo del soci podría jugaría a favor de Bartomeu, por mucho que digan las encuestas encargadas o realizadas por los medios de comunicación.
Se acaba la temporada, pero no se apagan los focos informativos. Llegan las elecciones. Todos los interesados dicen estar listos, aunque no confirmaron su presencia. El ejemplo es Laporta, que duda y no mueve ficha.