Triunfo rotundo y aniversario feliz para el Zaragoza

En el vigésimo aniversario de su día más grande y con media docena de héroes de París en el palco de La Romareda, el Zaragoza estaba obligado a dar satisfacción a su parroquia, y no falló. Liquidó a un animoso Albacete con dos goles rápidos de Borja Bastón y de Jaime y un tercero y definitivo de Fernández, y sigue aferrado a esa sexta posición que concede un pasaporte hacia un futuro mejor. El recuerdo de la Recopa no va a resolver los problemas del presente, pero no había mejor conmemoración que una victoria. Y bien que lo agradeció el público, que con la memoria excitada, animó y cantó más que nunca en toda la temporada.

El partido se le puso enseguida de cara al equipo aragonés en un mano a mano de Borja Bastón con Dorronsoro que acabó en penalti. El ‘9’, un especialista consumado en la suerte suprema del fútbol, no perdonó desde los once metros y desde el minuto 3 el Zaragoza pasó a mandar en el marcador. No tardaría en aumentar su renta. Al cuarto de hora fue Jaime el que, aprovechando la clásica desatención de Paredes, culminó una arrancada desde la derecha con un zurdazo cruzado que dejó al portero del Albacete de una pieza. Un gol espléndido que resolvió el duelo y desató la euforia en la grada en un día de tantos recuerdos y emociones.

El Albacete, más valiente de lo esperado, tuvo dos buenas ocasiones en las botas de Portu y de Samu, y a la media hora decidió quemar todas sus naves con la entrada del tanque Chumbi por un mediocentro armador como Diego Benito. Luis César Sampedro es un técnico de carácter irredento y creyó ver posibilidades en la debilidad defensiva del Real Zaragoza de voltear el marcador con esta inesperada apuesta. También Popovic, sentado otra vez en el banquillo, hizo un cambio antes del descanso, pero éste por obligación. En el minuto 36, Rico entró por Cabrera, limitado por una dolencia muscular que le había tenido en duda en toda la semana.

El calor hizo mella y la segunda parte fue de nadar y guardar la ropa para el Zaragoza frente a un meritorio Albacete, que intentó siempre jugar al fútbol y nunca bajó los brazos. El equipo de Popovic no arriesgó lo más mínimo, acaso para proteger sus carencias cuando no tiene el balón, pero tuvo que correr para certificar un triunfo vital en su carrera por alcanzar la promoción.

El encuentro se abrió brevemente en el minuto 63, cuando Rubén Cruz transformó un penalti de Vallejo sobre Edu Ramos. Pero sólo un minuto después el lateral Fernández, en su primer gol con la camiseta del Zaragoza, volvió a poner las cosas en su sitio con un disparo desde fuera del área, que rozó en Núñez y descolocó por completo a Dorronsoro. El 3-1 fue ya definitivo y dio paso a un largo pasaje de cánticos y celebraciones. El Zaragoza está un pasito más cerca del playoff, el primer escalón para volver a ser grande.