PREMIOS LAUREUS
Cantona: una vida llena de genialidad y de polémica
El francés nunca ha pasado desapercibido. Ya sea sobre el césped o fuera de él nunca deja indiferente a nadie, tanto por su fútbol como por sus actos y opiniones.
Eric Cantona no es un (ex)futbolista al uso. Sin duda alguna el francés es un personaje especial, tanto dentro, como fuera de la cancha. En Old Trafford, escenario de sus mayores gestas con un balón, aún le recuerdan con el apodo de 'The King'. Pero Cantona tiene muchas más facetas que la de astro del balón. También es actor, un conocido activista político y, como la mayoría de los genios, tiene un punto de polémico y arrogante que en su caso ha llegado a eclipsar toda su carrera.
No en vano, el momento más recordado de la vida futbolística de Cantona es la archiconocida patada que propinó a Matthew Simmons, aficionado del Crystal Palace, después de ser expulsado por el árbitro de aquel encuentro. Una acción cuya que aún es recordada en su efeméride, como si de un nacimiento, un triunfo o un hecho histórico se tratara.
Por esa patada fue sancionado con ocho meses sin pisar un terreno de juego (además de recibir una multa económica y tener que realizar trabajos sociales), pero lejos de querer borrar ese momento, Cantona sorprendió a todos en una entrevista cuando aseguró que había sido el mejor momento de su carrera ("Tengo una pila de buenos momentos, pero mi favorito es cuando le dí una patada al hooligan"). Una muestra de su carácter indomable fue la enigmática frase que pronunció en una rueda de prensa posterior a la patada: “Cuando las gaviotas siguen el pesquero es porque creen que se echarán las sardinas al mar”. Años después desveló que no quería decir nada en concreto con ello, pero que se divirtió mucho viendo cómo la prensa se devanaba los sesos para intentar desvelar el significado.
No fue el único incidente que tuvo en un terreno de juego. Ni la única patada que pasó a la historia. Cuando jugaba para el Auxerre realizó una terrorífica entrada a Penverne que está considerada de las más duras de la historia del campeonato francés. Eso sí, se levantó con la mano en alto, a modo de disculpa, para acto seguido comenzar una pelea con los compañeros del agredido. Cosas de genios.
En lo estrictamente deportivo Cantona será recordado siempre como uno de los mejores jugadores de la historia de la Premier, buque insignia del Manchester United de los 90 (la temporada que llegó al club se rompió una racha de 25 años sin ganar el título liguero) y un futbolista capaz levantar de sus asientos a todo un estadio. La afición de los 'red devils' le nombró en una encuesta el mejor jugador del club en el siglo XX (por delante de Bobby Charlton o George Best). Sim embargo, pese a tener un palmarés envidiable, siempre quedarán tres grandes sombras en su carrera: nunca pudo ganar el Balón de Oro (se llevó el bronce en 1993 por detrás de Roberto Baggio y Dennis Bergkamp), nunca ganó la Champions y no triunfó con su selección, con la que no llegó a jugar un Mundial (solo llegó a jugar la Euro de 1992 en Suecia).
Fuera de los terrenos de juego, Cantona tiene una amplia carrera como actor, la cual inició antes de retirarse del fútbol en 1997. Participó por primera vez en una película en 1995 y entre papeles protagonistas y cameos suma ya más de 20 producciones. La más conocida de todas es Looking for Eric, película de 2007 de la que es protagonista y que trata sobre la vía de escape que el fútbol y sus estrellas suponen para los fans.
La faceta política de Cantona se puso de relieve en 2010, cuando en plena crisis económica mundial llamó a los ciudadanos de todo el mundo a realizar un boicot a los bancos retirando todo el dinero que se tuviera ingresado en ellos. Ya en 2012 intentó reunir las firmas necesarias para presentarse como candidato a la presidencia de Francia.