Las razones por las que Martin Odegaard está en el banquillo

En los dos últimos partidos del Castilla, Martin Odegaard no ha jugado ni un solo minuto. Y resulta que el equipo filial del Madrid ha ganado con brillantez después de una mala racha de cuatro derrotas. Es evidente que el noruego no funciona en la Segunda B española, a pesar de ser un futbolista muy dotado técnicamente. Zinedine Zidane piensa que el chaval de 16 años tiene mucho talento y que cada vez que toca la pelota algo bonito e importante puede ocurrir. Pero no se adapta a sus compañeros. Y el cuerpo técnico no ve otra solución que dejarle de momento en el banquillo. Los responsables del Castilla opinan que jugar con Odegaard es casi equivalente a jugar con diez futbolistas en vez de once. Porque los demás no le encuentran en el terreno de juego y, al final, tampoco le buscan mucho. No es mala voluntad por parte de los chicos del Castilla sino el resultado de la equivocación continua del noruego. Odegaard se niega a entrenar con el filial y sólo se incorpora a los ejercicios comunes las vísperas de partido. Demasiado poco para crear automatismos con sus compañeros, para conocerles y darse a conocer.

El nuevo fichaje y su padre se aferran a la cláusula del contrato que exigieron para firmar con el Madrid en enero y que especifica que el club blanco le debe dejar ejercitarse cinco días a la semana con el primer equipo. En tres ocasiones, el cuerpo técnico del Castilla se ha reunido con Odegaard y su progenitor, que es a la vez su asesor, para explicarles la situación y aconsejarles venir a trabajar más a menudo con el filial. Pero estos últimos no parecen entender que cambiar de estrategia sería esencial para el crecimiento del centrocampista. Incluso, algunas personas en el Castilla lamentan que el chico ‘pase’ de sus compañeros y sólo esté interesado en estar al lado de Cristiano Ronaldo. Es evidente que su integración en Madrid sería mucho más fácil con futbolistas de la misma edad. Odegaard debe pensárselo…