TURQUÍA
El Fenerbahçe pide que se pare la Liga turca tras el tiroteo
El club, en una nota publica, considera "inevitable" la suspensión hasta que sean detenidos los autores de los disparos. El Gobierno turco no la descarta.
El Fenerbahçe pidió este domingo la suspensión del Campeonato de Liga turco tras el ataque que sufrió su autocar camino del aeropuerto de Trabzon, la ciudad más grande del noreste del Mar Negro, y que ha conmocionado a todo el país. El vehículo fue tiroteado cuando transportaba al equipo, que había ganado al Rizespor por 1-5), y uno de los disparos de rifle alcanzó al conductor, que resultó herido grave.
"Hasta que no se aclaren las circunstancias del ataque de manera satisfactoria la suspensión del campeonato es inevitable”, se pudo leer en el sitio web oficial del club de Estambul. "La sangre fluyó y el fútbol se quedó en silencio. Encontrar y castigar a los autores de este acto es de vital importancia para el Fenerbahçe", añadió la nota redactada por el líder del campeonato turco, que anunció una reunión extraordinaria este lunes en su sede para discutir las medidas que deben adoptarse.
La Federación Turca de Fútbol (TFF) ha condenado “con absoluta firmeza" el incidente, precisando que los autores deben ser llevados "inmediatamente ante la justicia y ser castigados". La Prensa, por su parte, refleja el estado de shock por un hecho sin precedentes.
El ministro de Deportes turco, Cagatay Kilic, calificó el hecho como un "ataque cobarde e inhumano". Preguntado por la posible suspensión de la Liga, dijo: "Podemos considerar todas las opciones.
La clase política y el mundo del deporte condenaron una agresión que puedo haber sido más grave. El conductor herido fue capaz, con la ayuda de los empleados de seguridad
del club, de detener el autobús antes de ser llevado al hospital, donde fue operado. Su vida no corre peligro, según señalaron los médicos citados por los medios de comunicación turcos.
Sin la pericia del conductor, el autobús pudo precipitarse por un barranco, según el diario Milliyet. "Es increíble. El ataque estaba destinado exclusivamente a cometer
asesinato ", lamentó el vicepresidente del club, Mahmut Uslu, que viajaba en el autocar.
Ninguno de los jugadores resultó herido y el equipo finalmente regresó en la noche del sábado a Estambul, donde fue recibido por cientos de seguidores.
El internacional holandés Dirk Kuyt, que lesionado no se desplazó con el equipo, se confesó “horrorizado” en el diario Fanatik.
Las autoridades de Trabzon no precisaron si fue una sola persona o varias las que dispararon contra el vehículo. Turquía ha endurecido en los últimos años su legislación la violencia en los estadios. Una ley de 2011 prohíbe a los hinchas portar objetos cortantes o explosivos en el interior de los estadios y se contemplan multas y penas de prisión para los autores de tres meses a un año.