VILLARREAL 0 - SEVILLA 2
Emery acompleja al Villarreal
El Sevilla tumba por tercera vez a su rival en diez días y le deja a seis puntos. Coke hizo un golazo e inició el otro de Vitolo. El Submarino perdonó (dos palos) y lo volvió a pagar.
El Villarreal quería que a la tercera fuese la vencida. Pero lo que ocurrió es que a la tercera también fue vencido. Otra vez la puntería respecto al Sevilla definió un partido en el que el resultado castiga excesivamente al perdedor y da un premio demasiado decorado al ganador. Coke y Vitolo, con dos obras de arte, firmaron un 7-2 global a su favor en estos diez días y pusieron más distancia entre ambos en la tabla (seis puntos). El equipo de Emery, que ha ganado los cuatro duelos este curso a su adversario, puede seguir soñando así hasta con la Champions. Mientras, el de Marcelino, con la suerte esquiva, confirma que sudará por conservar la sexta plaza.
El Villarreal arrastró en el inicio la angustia de no saber cómo meterle mano a su rival. Durante 25 minutos jugó a la deriva. El Sevilla repitió su estrategia en defensa de no dejar metros a su espalda y en ataque la del balón largo a Iborra en busca de la segunda jugada. Y si no halló premio de nuevo antes fue por la falta de puntería de Bacca y por el acierto de Asenjo. Bailly y sobre todo Musacchio no daban seguridad al no adaptarse debidamente a los charcos. El partido ya pintaba otra vez mal para el Submarino, hasta que por fin encontró soluciones a tantos problemas esta semana y reaccionó con fe e ideas. Primero porque defendió con inteligencia el juego aéreo. Luego debido a que subió la intensidad y la presión. Después al encontrar a sus interiores, escondidos últimamente. Y, lo mejor, al contar con Gerard como la referencia que buscaba para fijar a los centrales y dejar que Gio picoteara. Es de los delanteros que menos juega y, seguramente, el que mejor y más rápido piensa.
En el segundo tramo de esa primera mitad el Villarreal desarboló al Sevilla. Mereció lo que buscaba. Gerard tuvo una con un disparo duro desde la frontal y otra a bocajarro tras una maniobra de fútbol sala. Moi tuvo otras dos en las que aparecieron una mano de Rico y el poste. Y Campbell gozó de otra clara tras una preciosa combinación en el lateral entre Moi y Gio que sacó Pareja bajo palos. El Villarreal parecía gafado como luego se confirmó, mientras del Sevilla ya sólo había noticias por sus contras. Con Mbia desquiciado en mil peleas y Carriço desaparecido por momentos, el balón directo era su mejor arma. Bacca en un zarpazo y Diogo en otro de sus atrevimientos pudieron amargar antes y aún más a El Madrigal.
Tras el descanso, el Sevilla no sólo corrigió sus defectos y volvió a igualar el partido. Además, afinó el punto de mira. En la primera jugada al galope que tuvo, mató. Vitolo condujo y Bacca apoyó para habilitar la entreda de Diogo. El lateral, esta vez interior, encaró a Rukavina en el área y tras sentarle dejó de tacón el balón muerto buscando la entrada de Coke. El capitán controló y definió con clase redondeando una gran actuación. No sería su última perla. Quince minutos después, ya con Banega en el campo impartiendo un máster de toque y apoyo, volvió a arrasar por su carril para poner un buen centro a Vitolo. El canario, desde la frontal, empalmó con el interior con la sutileza de todo un internacional.
El Villarreal hizo cambios para subsanar el 0-2 y no se entregó. Este equipo nunca lo hace. Pero hasta las sustituciones le salieron mejor a Emery. Banega flotaba, Navarro secó a Moi y hasta Aspas incordió. Otro palo de Gerard y dos buenas ocasiones de Uche al limbo terminaron por deprimir al personal. Normal. Lo del Villarreal es una maldición. Y el Sevilla, su nueva bestia negra.