Racing - Osasuna
Toda una final que parece un bálsamo para ambos equipos
Racing y Osasuna, en crisis total, se la juegan hoy (18:15 La Sexta) en el césped. Munitis, llega con hambre de balón y Mateo está dispuesto a cambiar muchas cosas en el equipo.
El Osasuna-Racing del 26 de enero de 2.003 pasó a la historia por el esperpento de Piterman disfrazado de fotógrafo en El Sadar. Olvidada la astracanada, aquel partido, es hoy referencia porque fue la primera vez que, como titulares, se enfrentaron defendiendo la camiseta de Osasuna y Racing los dos entrenadores que hoy debutan en El Sardinero. José Manuel Mateo formó pareja de centrales con Cruchaga y les tocó medirse a los delanteros del Racing: Bodipo y Pedro Munitis. Entonces la estrella era el ucraniano, hoy, doce años después, con menos pelo, los protagonistas son ellos dos.
Como pasa casi siempre en el fútbol, las oportunidades llegan en momentos de crisis, pero la verdad es que aquí a alguien se le ha ido la mano. Lo del Racing lleva dos año siendo catastrófico pero hay que reconocer que los navarros, en apenas unos meses, les han adelantado por la derecha. Seguro que en sus momentos de gloria, en la cima del fútbol, íntimos amigos ellos, nunca llegaron a imaginar Francisco Pernía y Pachi Izco a donde iban a llevar a sus clubes y lo que les puede costar a ellos en los juzgados.
El partido. Munitis, que pasará por ser el segundo, llega con hambre de balón. Su equipo cambia de sistema, 4-4-2, se plantará mucho más arriba y medita jugársela (guardando siempre dos cambios) metiendo de saque a los cuatro chavales con ficha aficionada.
Enfrente parece que a Mateo tampoco le va a temblar el pulso y está dispuesto a cambiar muchas de las costumbres del equipo con Jan Urban. Está claro que no es partido para cobardes. Hay mucho en juego. Todo. O casi.