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Españoles por el Mundo

Pablo Rodríguez es el ‘Willy Fogg’ del fútbol español

Pablo Rodríguez (20-7-1985) es el ‘Willy Fogg’ español. Ya ha militado en equipos de diez países distintos. Nos atiende desde Maldivas, su último y exótico destino.

Actualizado a
EN NORUEGA. Pablo Rodríguez, posando con el Brumunddal.

Pablo Rodríguez Aracil se ha ganado por méritos propios el apodo del Willy Fogg del fútbol español. A sus 29 años, este delantero criado en la cantera che ya ha militado en equipos de diez países diferentes, si contamos sus pasos por España. Su historia da “para un libro”, como él mismo nos reconoce desde su último destino: las Maldivas.

Su primera experiencia fuera fue en Inglaterra, en el Gillingham de League One. “Jugué cuatro meses, pero la experiencia fue genial. Aprendí el idioma, algo que me ha sido útil con los años”. Después se marchó a Chipre, al Etnikis Achnas: “Ya era un equipo de Primera, pero tuve problemas con los cobros y la aventura duró poco”. Después, decidió hacer las maletas rumbo a Rumanía, su peor experiencia. “Jugué en el Sportiv Club Dacia y se portaron mal. Me amenazaban que si no marcaba, me despedirían, así que rescindí y volví”. Poco le duró, porque se marchó a la liga irlandesa, al Bray Wanderers: “La experiencia me encantó por cómo viven el fútbol. Además, Dublín es una ciudad preciosa”.

Tras seis meses, volvió de nuevo a Valencia. Pero como la crisis ya había llegado al fútbol español, Pablo lo tuvo claro: “Tenía un compañero de EE UU en India y me animó a que fuese allí. Firmé por el United Sikkim y fue inolvidable. Fui el primer español en jugar allí y me maravilló el país, aunque tenía inconvenientes. Recuerdo viajes de más de 24 horas para llegar a los partidos...”. Y si exótico fue el destino hindú, su siguiente, en Honduras, casi le supera: “Firmé por el Marathón, un equipo histórico, pero que atravesaba por problemas económicos. Me marcó la violencia que vi allí. Fui testigo de un tiroteo y decidí regresar”.

Eso fue en enero de 2014 y, en el último año, ya ha estado en otros tres conjuntos: “Me llegó una oferta del Kaya de Filipinas y no me lo pensé. Fue una experiencia bestial. Qué país y qué gente más amable”. Terminó su etapa y, tras volver a España, nuevo cambio de destino. Esta vez, Noruega: “Marqué diez goles en doce partidos, pero en cuanto llegué el frío decidí volver pese a que el Brumunddal quería renovarme”. Y así hasta que hace menos de dos meses emprendió su última aventura: Maldivas. “He jugado la FA Cup (como la Europa League aquí) y estoy muy feliz. Tengo calidad de vida y me siento valorado”. Veremos si es su última experiencia en el extranjero aunque, conociéndole, seguirá haciendo y deshaciendo maletas con el fútbol de fondo...