La Ponferradina logra su primer triunfo casero en este 2015

La SD Ponferradina estrenó su casillero de victorias como local en la segunda vuelta ante el colista Sabadell, que mostró una pobre imagen sin llegar siquiera a lanzar sobre la puerta de un Kepa Arrizabalaga, convertido en un mero espectador. Los bercianos, titubeantes en las últimas citas en El Toralín, se desquitaron con un partido completo e incluso se quedaron cortos en el marcador ante la multitud de ocasiones desaprovechadas en ambos periodos.

En esta ocasión, el técnico local, José Manuel Díaz, optó por cambios tácticos, colocando a Gaztañaga como central e inesperadas vueltas como la titularidad del lateral francés Samuel Camille después de cuatro meses ausente por lesión.

Aunque los catalanes intentaron juntar líneas para reducir los espacios, muy pronto se vio a una Ponferradina más fresca de ideas que en compromisos anteriores como local, pudiendo adelantarse en el minuto 12 con un lanzamiento de Pablo Infante, tras sortear rivales, que acertó a rozar Nauzet para que el balón se fuera al larguero.

Casi de inmediato llegó el primer tanto blanquiazul después de un globo al segundo palo, donde falló Clerc, dejando en superioridad a Acorán que aprovechó el regalo para ceder en inmejorable posición al burgalés para que Infante estrenara el marcador en el minuto 16.

Pero la mala fortuna parece perseguir al exjugador del Mirandés porque las lesiones le están marcando al fino extremo y tuvo que abandonar poco después el terreno de juego por una recaída en sus molestias musculares, ocupando su lugar Tete.

A renglón seguido, tres ocasiones para que los locales casi hubieran sentenciado el choque. En dos de ellas con Acorán de protagonista, primero perdonando en un remate dentro del área tras pared con Berrocal y otra en un cabezazo desviado, gozando Tete también de la suya con un disparo desviado desde el borde del área, con lo que la mejor noticia para el Sabadell fue el 1-0 al descanso.

A pesar de la necesidad del equipo de Juan Carlos Mandiá, el dominio y el peligro siguió correspondiendo a una Ponferradina que no pasaba apuros, quizá ante la falta de mordiente rival que notó demasiado la ausencia de un jugador vital en ataque como Collantes.

Díaz buscó más frescura en ataque con Sobrino y también un Melero con llegada, mientras que Mandiá aguantó unos minutos más hasta que hizo un doble cambio para dotar de más llegada a su equipo con Benja, aunque toda la estrategia se le vino abajo instantes después al aprovechar Acorán un pase en profundidad para regatear a Nauzet y marcar a puerta vacía el 2-0.

Una galopada en solitario de Rubén Sobrino a punto estuvo de suponer el tercer tanto blanquiazul, rematando ya justo de fuerzas rozando el poste, poco antes de que los catalanes se quedaran en inferioridad numérica tras la doble amonestación de Crespí. Pero el canterano del Real Madrid no perdonó a la segunda, llegando con la punta de la bota a un pase en profundidad de Acorán, colándose el balón llorando en la portería, tras tropezar en el poste.