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ÁFRICA

Garrido pierde la Supercopa de África en la tanda de penaltis

Aspiraba a su tercer título con Al Ahly egipcio, pero cayó en la tanda fatídica ante el conjunto argelino de Setif tras empatar 1-1 en el tiempo reglamentario.

Ahmed Abd El-Zaher y Said Arroussi dissputan un balón durante la disputa de la Supercopa de África de clubes.
AMR ABDALLAH DALSHREUTERS

El equipo egipcio de Al Ahly, dirigido por el entrenador español Juan Carlos Garrido, perdió hoy en Argel la Supercopa de África ante el Setif argelino, que venció 6-5 en la tanda de penaltis. Ambos equipos marcaron los primeros cinco lanzamientos, pero el jugador cairota Basem Ali erró el sexto del Al Ahly, que ve cómo se le escapa la que hubiera sido su séptima Supercopa de África.

En un partido sin apenas ocasiones, el tiempo reglamentario en el estadio Mustapha Tchaker de Blida finalizó con el resultado de 1-1, después de que el delantero egipcio Emad Meteib aprovechara un rechace en el área pequeña rival para empatar el encuentro en el minuto 94.

Anteriormente, en el minuto 70, había marcado Abdelmalek Ziaya para el combinado argelino, que ya cantaba victoria cuando le sorprendió el tanto del Al Ahly. Este título representa la primera Supercopa de África para el Setif, campeón de la Champions de la Confederación Africana el año pasado.

Por el contrario, Garrido no ha podido alzar su tercer trofeo como entrenador del Al Ahly, al que llegó el pasado mes de julio y con quien ya ha conseguido los títulos de Supercopa de Egipto y Copa Confederación africana.

El equipo cairota emprenderá en las próximas horas su vuelta a Egipto, donde no podrá disputar la competición nacional, suspendida recientemente de manera indefinida por la Federación Egipcia de Fútbol por los altercados del pasado 8 de febrero en los aledaños del estadio de la Defensa Aérea, en El Cairo.

Unos enfrentamientos entre aficionados ultras y la policía provocaron la muerte de una veintena de personas. Esa suspensión llega poco después de que se estuviera empezando a levantar la prohibición de admitir público a los estadios impuesta en 2012. Ese veto se adoptó tras los incidentes registrados en febrero de ese año, cuando seguidores del Al Ahly y del local Al Masri se enfrentaron después de un partido en Port Said y en esos disturbios murieron 74 personas, la mayoría de ellas seguidores del equipo cairota.