El City recupera la autoestima

No hay mejor manera para llegar a un cruce decisivo de Champions League que con la moral endulzada. Tras semanas de generar muchísimas dudas y de no quedar otro remedio que encajar infinidad de críticas, el Manchester City compitió como le agrada a su entrenador: tocando la pelota con rapidez, presionado con acierto y acabando cada y una de las jugadas que trenzaba. El Newcastle, que llegaba a ver qué pasaba, se dio cuenta que en 20 minutos había encajado tres goles y que lo mejor que podía hacer era procurar que ninguno de sus futbolistas cayese en la trampa de la desesperación.

Silva se medirá al Barça en un estado de forma sensacional. Ágil de mente y feliz en el toque, el canario es tan fundamental en este equipo como el aclamado Touré o el idolatrado Kun Agüero, que junto con el canario, a la hora de partido, se fue a la ducha.

El equipo de Pellegrini hizo cinco goles, pero podría haber doblado esa cifra casi sin despeinarse. El ajustar demasiado a la portería urraca o que al holandés Krul, de vez en cuando, le daba por meter una mano, frenaron lo que podría haber sido una goleada histórica. Manejando los tiempos y con Bony ya estrenado (tuvo dos claras para comenzar a amortizar los 32 millones que pagaron al Swansea), para el martes, además de una sensacional entrada (está todo vendido) se espera un City crecido, esperanzado en romper su maleficio europeo y queriendo hacer crecer las dudas del Barça, “el peor” rival que “nos podría haber tocado”, según decían ayer en las gradas del Etihad.