ATHLETIC 1 - ESPANYOL 1
Cornellá elegirá al otro finalista
Aduriz abrió el marcador en el minuto 11 y Víctor Sánchez empató en el 31' con otro golazo. El Espanyol fue muy superior en San Mamés, pero no sentenció.
El Espanyol dejó con vida al Athletic. Se fue para Barcelona con la satisfacción en el cuerpo por haber arrollado a los leones en la segunda mitad, lo que moralmente le acerca a su décima final de Copa. Pero le faltó acertar con el estoque. Malogró hasta cuatro ocasiones claras con 1-1, la última de Víctor Álvarez, prácticamente para empujar el balón y celebrar el tanto. Fue el ganador moral y se lleva la ventaja del gol de oro de Víctor Sánchez a Cornellá, pero queda pelea.
Sergio González se blindó atrás para rodear a Aduriz, que le había destrozado meses atrás. Pues el ariete campó a sus anchas en el inicio, avisando a Pau tras un robo a Arbilla y marcando a la segunda con una picada genial por encima del portero al recibir un servicio de De Marcos. Cumplió ayer 34 años, pero parece poder jugar hasta los 50.
El cuadro perico se estiró gracias a Lucas Vázquez, un talento que dio la noche a Aurtenetxe, al que se vio claramente fuera de sitio por la inactividad. Pero fue Víctor Sánchez quien rentabilizó un mal despeje del lateral para mandar un misil a la escuadra.
El Athletic estaba obligado a dar un paso. Muniain avisó con un tiro cruzado, pero el balón salió fuera. No hubo tiempo para más hasta después del descanso. Aduriz amenazó con un sustito, aunque el que de verdad hizo temblar (no sólo al larguero, sino a la grada) fue Sergio García, con un jugadón marca de la casa: caño a Gurpegui y centro-chut con la zurda que lamió el larguero.
Sergio volvió a tirar del carro y se inventó otra genialidad que Stuani mandó arriba. Los leones no se quitaban de encima la presión. Caicedo volvió a tener el 1-2: regateó a Herrerín y cuando se aprestaba a dar una puñalada, se cruzó Etxeita. Increíble fue lo que falló a cinco minutos del final Víctor Álvarez. Con todo a favor, cabeceó al poste un centro del gran Lucas. Muchas ocasiones blanquiazules, el Athletic abrumado y achicando agua como podía, pero el billete a la final no tiene dueño.