Sin favorito en la gran final

Costa de Marfil triunfó sobre Ghana en la final de de 1992, en Senegal, y desde aquella edición, ninguna de estas selecciones ha ganado la competición.

Mucho ha llovido ya desde que los siempre competitivos Black Stars levantaran la Copa, en Libia, en 1982. Antes, habían resultado vencedores en Ghana (1978), Túnez (1965) y otra vez en su país en 1963, pero disputaron finales en Etiopía (1968), Sudán (1970) y Angola (2010).

Por su parte, la trayectoria de Costa de Marfil no ha sido ni tan prolífica ni laureada como la de su rival de hoy en Bata. Tras el año 1992, sólo ha conseguido estar presente en las finales de Egipto (2006) y en Gabón/Guinea (2012), con el agravante de que en ese espacio de tiempo tuvo en sus filas a la mejor generación de su historia.

Ghana empezó mal el torneo, perdiendo (1-2) ante Senegal, pero enderezó el rumbo ante Argelia (1-0) y Sudáfrica (2-1), para luego dar buena cuenta de Guinea Conakry (3-0) en cuartos y de Guinea Ecuatorial (3-0).

Costa de Marfil arrancó empatando con Guinea Conakry (1-1), continuó en la misma línea con Mali (1-1) pero se clasificó derrotando a Camerún (1-0), y luego se deshizo de manera brillante de Argelia (3-1), e , igualmente de la RD Congo (3-1).

Si repasamos la trayectoria de ambos equipos durante el torneo, nos encontramos con dos conjuntos que han ido de menos a más y que llegan a la final con todos sus efectivos a pleno rendimiento. Quizás Costa de Marfil, tras haber recuperado a Gervinho, esté mostrando mayor contundencia.

Se repite el duelo de 1992

Costa de Marfil y Ghana ya se enfrentaron en la final de la edición de 1992, disputada en Senegal. El choque terminó con un empate sin goles y tuvo que decidirse el campeón desde el punto de penalti, con la curiosidad de que los marfileños vencieron (11-10) y se tuvieron que tirar 24 penaltis, es decir, lanzaron todos los integrantes de ambas selecciones, incluidos los porteros.