El Athletic sigue dormido y ya suma siete jornadas sin ganar

El Athletic sigue jugando con fuego y sin ganar en Liga en 2015. En una tarde más de escaso fútbol, los leones echaron por tierra su ventaja a doce minutos del final en una acción liderada por Horta que mandó a la red Javi Guerra (gol 100 oficial en el nuevo San Mamés). Los leones se las prometían felices gracias a un cabezazo de Mikel San José al primer palo en un córner de Susaeta. La fulgurante acción visitante, aprovechando una serie de fallos locales en cadena, dejó helado a San Mamés. Y sin premio al coreado San José, que se ha convertido en una especie de salvador. Coreaba la grada su nombre cuando llegó el jarro de agua fría.

Bien pronto se comprobó que ambos equipos no están para regalar fútbol. En el Athletic ha cundido el miedo hasta en su técnico, que alineó un medio campo (San José, Rico y De Marcos) poco o nada dado al virtuosismo. Y los de Javi Gracia saltaron claramente al campo con la idea de rentabilizar un fallo de los ateridos leones. El juego fue por momentos un correcalles sin gracia, con los bilbaínos buscando sacar chispa a algún balón parado. Lo que cavilaban uno y otro se cumplió y por ello acabó en empate. Todo es muy previsible en el actual Athletic.

Los rojiblancos cometieron tres errores atrás y el Málaga no marcó de milagro en el primero. Un saque rápido de banda tras una pérdida entre Iraizoz y Laporte permitió a Castillejo tener un balón cerca del punto de penalti que mandó al cuerpo del arquero. Apenas amenazaron con un cabezazo de Rico y un córner de Ibai que se envenenó para pegar en el poste. El francés estaría en dos desajustes más, el segundo por sobrado con la pelota.

Los bilbaínos dieron un paso adelante tras el descanso con avisos de Aduriz y De Marcos, pero el que tuvo más cerca el gol fue Horta a la media vuelta. Después de que San José anotase su sexto tanto (tres en Liga, dos en Champions y uno en Copa), Horta tiró un caño a Laporte, Viguera no frenó a Torres en su llegada y Guerra apareció con la daga. Lo celebró con algarabía quizás pensando en lo mal que lo ha pasado en Cardiff. El tanto cambia mucho el panorama de cara al jueves. Sobre todo en lo psicológico. San Mamés se fue cabizabajo.