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COPA DE ÁFRICA

Camerún y Guinea firman otro 1-1, el 8º en 16 partidos de CAN

Moukandjo adelantó a los cameruneses de gol olímpico, pero Traoré empató antes del descanso. Camerún se jugará la clasificación ante Costa de Marfil.

Chedjou despeja un balón en el disputado encuentro entre Camerún y Guinea Conakry.
Chedjou despeja un balón en el disputado encuentro entre Camerún y Guinea Conakry.ISSOUF SANOGOAFP
AStv

La Copa de África tiene el 1-1 como marcador estrella. Otro más, el octavo en los diecieseis partidos ya disputados, dejó a Camerún y Guinea igual que estaban tras un partido que se fue diluyendo después de un arranque frenético. Así, todo queda abierto para una última jornada en la que cameruneses y guineanos se jugarán el pase ante marfileños y malienses. Un logro mucho mayor para Guinea que para Camerún, que volvió a defraudar como ya hiciera en su partido inaugural ante Mali. 

Los primeros minutos de los de Finke invitaban a pensar en lo contrario. La electricidad de Salli y Moukandjo por las bandas, la movilidad de Choupo-Moting y la calidad de Aboubakar arriba hicieron mucho daño a los guineanos. El gol, de hecho, llegó pronto mediante un córner directo de Moukandjo que Yattara no supo cómo defender en el primer palo. Antes Aboubakar ya había avisado con un disparo a bote pronto y parecía que el encuentro sería de una única dirección, pero no fue así. 

Poco a poco Guinea fue despertando y poniendo en aprietos al portero del Barcelona Ondoa, tan espectacular en algunas acciones como tierno en otras. Hay portero en él, de eso no hay duda, pero en el proceso hasta ser fijo en la selección y en la élite dejará dudas y errores como es lógico. No fue un fallo suyo, sin embargo, lo que supuso el empate. El mejor jugador guineano, el extremo del Gladbach Traoré, tuvo tiempo para pensar al borde del área y lanzó un zurdazo que se coló en la portería camerunesa poco antes del descanso. 

Parecía que el empate activaría de nuevo a Camerún, mucho más obligada a ir a por la victoria que Guinea. De hecho los de Finke dominaron y tuvieron ocasiones, alguna de ellas muy clara. La más significativa estuvo en la cabeza de Aboubakar, que no acertó a rematar un buen centro desde la izquierda de Bedimo, el mejor de los cameruneses. Guinea aguantó con tensión y coraje, hasta el punto de cambiar el rumbo del choque en los últimos minutos.

El desplome físico preocupante de Camerún y el cambio inexplicable de Aboubakar lo propiciaron. Mbia pudo marcar casi al final en un remate de cabeza en una falta, pero quien más cerca estuvo de anotar fue Guinea, al que birlaron un penalti clamoroso en el descuento en un derribo a Conte. Así se cerró otro 1-1 más, el octavo del torneo. Sólo en África estas cosas parecen posibles.