Segundo día de la Copa de África
Pasión por el torneo y poca confianza en la selección local
En Guinea Ecuatorial nadie por la calle conoce a Esteban Becker, entrenador de los anfitriones, y esto es por el despido de Andoni Goikoetxea poco antes de la competición.
Se imaginan que en Madrid o Palencia, algún avezado reportero de alguna cadena de televisión abordara a transeuntes y paseantes, alcachofa en mano y con un coche o una nevera por premio, preguntase por el nombre del seleccionador nacional de fútbol, y todos, uno tras otro, fracasaran a la hora de dar la respuesta. Bueno, pues esto es perfectamente posible en Malabo, la capital de Guinea Ecuatorial, país organizador del CAN 2015, que arrancó el sábado en Bata con el encuentro entre el anfitrión y Congo Brazzaville (1-1).
Semejante lapsus no es atribuible, en absoluto, a la ignorancia o el desinterés de los aficionados, que se agolpan frente a los televisores o se ven obligados a hacer largas colas en la entrada de los estadios por las medidas de seguridad. Simplemente, es que las cosas se han hecho tan deprisa y corriendo, que no hubo tiempo para que la FEGUIFUT, la Federación Guineana de Fútbol, a la vez que despedía a Andoni Goikoetxea, en vísperas del afrocampeonato, encontrase un sustituto que ofreciese mayores garantías que el desconocido entrenador argentino Esteban Becker, que lleva más de tres años en el país e hizo campeona de África a la selección femenina. Ni taxistas ni jóvenes ni las señoras y señores que, ricamente ataviados, abordamos a la salida de misa de doce del Santuario Claret, conocían el apellido del seleccionador. “Ha tenido poco tiempo para trabajar”, nos dijo el taxista. “Es un equipo joven que está bien en defensa, pero falla en la media y en la delantera,” dice un joven aficionado. “No creo que Guinea supere la primera fase”, pronostica otro.