ESPANYOL 2 - VALENCIA 0
Caicedo y la roja a Mustafi dejan al Valencia fuera de la Copa
El delantero del Espanyol, que entró en el 76', hizo dos goles en la recta final del partido y regaló a Cornellá su primera gran noche. Los ché, eliminados desde el cuadro 'fácil'.
Apelaba el Espanyol al ‘Espíritu Valencia-00’, decíamos en la previa, y como en la final de aquella Copa, disputada en Mestalla, fraguaron esta vez su pase a cuartos los pericos en una acción de ingenio, de desparpajo, que marcó el partido y la eliminatoria. Si la final del 2000 la decidió Tamudo con su robo sobre Toni Jiménez, anoche fue Sergio García, el ‘murri’ blanquiazul de los tiempos postmodernos, quien desvalijó a Mustafi para que el Valencia se quedase con diez cuando solo habían transcurrido 13 minutos. Eso sí, aguantaron los che en inferioridad hasta el tramo final, momento en que emergió 'Felipao' Caicedo, que remontó con su primer gol el 2-1 de la ida a los tres minutos de ingresar sobre el terreno de juego y sentenció con el 2-0 cuando agonizaba el choque, ante la impotencia visitante.
Era martes 13, pero solo lo pareció para el Valencia, que primero vio cómo se quedaba en inferioridad y debía Nuno desarmar su 3-5-2 de moda por un improvisado 4-4-1 y, sobre la media hora, cómo Alcácer se resentía de unas molestias y debía ser sustituido por Negredo. Apenas existieron en ataque los che, a quienes costaba trenzar más de dos o tres pases seguidos ante un Espanyol crecido, con el mismo once de la ida y casi irreconocible por su capacidad para madurar las jugadas cuando convenía y de incidir por bandas (sobre todo la izquierda) continuamente. Rubén Duarte, inmenso en su segundo partido con el primer equipo, Stuani y Víctor Álvarez ya tuvieron ocasiones claras para marcar en el primer tiempo. Pero nada comparado con el asedio que se vivió tras la reanudación, conforme el Valencia iba acusando los minutos con un jugador menos.
Y entonces irrumpió Caicedo. Sergio le dio entrada por Javi López, delantero por lateral, en una declaración de intenciones que rápidamente surtió efecto. En su primera intervención, el ecuatoriano hizo imposible la salida de Yoel, cabeceando una falta botada por Salva Sevilla con todas las fuerzas. Las suyas y las de Cornellà entero, que experimentó la primera gran noche de su historia.
Todavía no había despertado el Valencia del mazazo que ya les dejaba fuera de la competición cuando, de nuevo Caicedo, acabó por sentenciar, a un minuto del final, tras una estupenda acción individual de Lucas Vázquez. El ecuatoriano se ganó los cuartos, el Espanyol la gloria y al Valencia no lo salvó ni el Espírito Santo.