Los goles de Oscar y Diego Costa colocan líder al Chelsea

Dicen que todo campeón que se precie tiene que ganar incluso jugando mal y eso es precisamente lo que hizo el Chelsea ante el Newcastle para recuperar el liderato de la Premier League. El equipo de José Mourinho aprovechó el empate del Manchester City ante el Everton con una victoria por 2-0 contras las urracas pese a una primera parte para olvidar. Oscar marcó el 1-0 justo antes del descanso en el primer tiro a puerta de los blues y Diego Costa sentenció el partido en el minuto 59 con su tanto número 15 de la temporada.

Solo después y ya con el partido cuesta abajo el equipo blue se pareció al rodillo del principio del campeonato. Antes, mostró su peor versión de la temporada, consumido por el exigente calendario navideño y la falta de rotaciones de su entrenador (solo Zouma remplazó a Cahill y Cech a Courtois por lesión). Tras la contundente derrota ante el Tottenham, el pivote formado por Cesc Fábregas y Matic volvió a parecer una sombra del que a principio de temporada arrasaba con todo lo que se entrometía por sus caminos. Ha pasado de ir en todoterreno a conducir un seiscientos y así, con Oscar también sobrepasado, el incombustible Diego Costa no encontró apoyos ni del mago Hazard.

De esta forma el Newcastle, que ya le había ganado en la ida, se comió a su rival durante los primeros 45 minutos. Sissoko ganó la batalla del medio campo, Ayoze Perez fue una amenaza constante para la defensa blue y Remy Cabella se convirtió en la peor pesadilla de Azpilicueta. Solo Cech aguantó entonces a su equipo con dos grandes atajadas ante un disparo de falta del mediocentro francés y otro buen tiro de Cabella.

Pero casi sin quererlo y cuando menos lo merecía, el Chelsea abrió la lata justo antes del descanso con una pillería. Willian sacó con rapidez un córner, Ivanovic continúo la jugada ante la pasividad de la defensa rival y Oscar entró en el segundo palo para hacer el 1-0. El Newcastle no supo reaccionar a ese gol y tras el descanso Costa bailó a su defensa antes de hacer el definitivo 2-0. Después el propio delantero español pudo hacer un tercer tanto pero el destino decidió que el Newcastle ya había tenido suficiente castigo.