VALENCIA 2 - ESPANYOL 1
Valencia y Espanyol lo dejan todo para el partido de vuelta
El conjunto che viajará a Barcelona con la ventaja mínima que le otorga el penalti transformado por Negredo en el 85'. Gayá abrió el marcador y Stuani empató.
Cuando uno está de dulce, el fútbol te mira con mejores ojos. De primeras sucede que acuden casi 39.000 personas un miércoles post excesos navideños a las diez de la noche. Después, hasta por las lagunas que uno tiene recibe menos castigo. Pero el Valencia las tuvo anoche. No fue ni de lejos el equipo bronco y copero del día del Real Madrid. De hecho, hasta la fecha, no compite igual en Liga que en Copa. Y el Espanyol, como casi hizo el Rayo, puede aprovecharse de ello. De momento los de Sergio González se llevan a Cornellá un gol de Stuani que pese a la victoria ché deja abierta la eliminatoria.
En Mestalla se calibraban dos resacas diametralmente opuestas. La de la euforia del Valencia y la de las dudas del Espanyol. De salida imperó la inercia positiva de los blanquinegros. Esa que hace que hasta un rechace se transforme en asistencia y más si el balón cae en los pies de un Gayà que muestra un desparpajo en cada encuentro que quién iba a imaginar que hace un año competía en Segunda B. Su gol fue sin duda lo mejor de la primera mitad. Esa acción y la parada de Yoel a Álvarez, en la ocasión más clara visitante.
Pero, a los Otamendi, Orban, Parejo y, sobre todo, Negredo, aquellos que actuaron del festín del pasado domingo, las piernas se le notaron pesadas. Solo Gayà parecía entero y De Paul y Carles Gil aparecían de manera intermitente. Y así, Espanyol, sin esa presión asfixiante que caracteriza al equipo de Nuno, fue poco a poco encontrándose con la pelota. Cañas y Abraham buscaban combinaciones con Álvarez y Lucas, aunque en verdad a los de Sergio González les faltaba profundidad. Y regularidad en sus arreones.
El Espanyol, aún estando mejor asentado en el césped, dejaba su suerte a la inspiración de Sergio García y Stuani. Y éstos la tuvieron. A la vez además. Uno asistió y otro regateó y definió a la perfección. Hacía justicia ese gol de Stuani a los méritos blanquiazules, un tanto que caía en Mestalla como un jarro de agua fría por el valor que puede tener.
La reacción ché llegó con un gol bien anulado a Parejo por fuera de juego y con los cambios de Nuno. Vuelta al 3-5-2 con la entrada de Alcácer y Barragán. Y cuando parecía que a Cornellá se marcharían con empate, apareció Alcácer por el área para forzar el penalti que transformó Negredo. Ligera ventaja ché, pero ventaja al fin y al cabo.