Berizzo regala la Copa y el Athletic no perdona

El Athletic ya espera rival en cuartos de final, a falta de cubrir el trámite la próxima semana en San Mamés. Los vizcaínos estarán en la siguiente ronda porque se lo merecen y porque creen en llegar lejos. En Balaídos ayer sucedió lo que todos buscaban. El Celta quería perder y el Athletic, ganar. Con estas condiciones era fácil llegar a un acuerdo. La alineación de Berizzo fue una declaración de intenciones.

El Toto actuó como un político en plena campaña electoral, prometió ir a por todas y a la hora de la verdad se tiró a un lado. Aún por encima vio el partido a través de un plasma. Le faltó bajar a entregar sobres... Todo lo contrario sucedió con Valverde. Fiel a sus ideas, sacó sus mejores cartas. El partido fue una locura desde el principio y en solo un cuarto de hora ya se vieron tres goles. San José inauguró el marcador tras una asistencia con la mano de Etxeita, Álex López empató al culminar una buena jugada de Augusto y Aduriz replicó en una nueva jugada a balón parado. Como en el primer gol, centró Susaeta y asistió Etxeita, esta vez con la cabeza.

Errores. Los fallos se impusieron ayer a los aciertos. En el descanso, Berizzo completó su despropósito del inicio y cambió hasta a siete jugadores de posición. Sí, han leído bien. Siete jugadores. Solo Cabral, Álex y Charles mantuvieron su sitio. De camisa de fuerza. El Celta empató gracias a un error de Balenziaga, que despejó hacia atrás y sirvió el gol en bandeja a Charles.

Como en la primera parte, apenas tardó unos minutos el Athletic en reaccionar. Costas cometió su enésimo error de la tarde y Etxeita, vestido de Laudrup, firmó su tercera asistencia. Susaeta agradeció el regalo y batió a Rubén. Cabral quiso sentenciar la eliminatoria y cometió un penalti tan claro como absurdo. Aduriz selló el pase a cuartos de final desde los once metros.