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Rayo Vallecano

Potele: “Jugar en el Rayo es como que te toque la lotería...”

El exfranjirrojo recibió a AS en su Administración de Lotería. El sorteo de hoy le ilusiona tanto como este Rayo, al que ve similitudes con el Matagigantes.

Potele, en su Administración de Lotería.
Rafa Aparicio

¿Cómo está viendo al Rayo en lo que va de curso?

Loterías Potele nació hace 40 años en el barrio de Moratalaz

Loterías Potele se ubica en el madrileño barrio de Moratalaz, más concretamente en la calle Hacienda de Pavones, 204. Potele solicitó dicha Administración hace alrededor de cuarenta años, aunque actualmente el negocio se encuentra ya en manos de sus hijos: Juan José y Daniel, que estos días se vieron desbordados de trabajo. “Hemos estado a tope. Además de la clientela habitual, también el Rayo coge la lotería aquí: los veteranos, las peñas, la Fundación... Si toca, queda en familia”, explica el exdelantero franjirrojo. La idea de dedicar su vida a este negocio surgió de su propia experiencia: “Yo vivía por aquí y tenía que irme hasta el barrio de Estrella, casi a Doctor Esquerdo, para poder echar la Quiniela de fútbol. Solicité la Administración, compré el local y me la concedieron. Desde entonces, hemos repartido varios premios (entre ellos un cuarto de la Lotería del Niño)”. Los números de los décimos premiados se mezclan en las paredes con un escudo del Rayo y una foto de Potele vestido de corto, así como las instantáneas de diferentes alineaciones franjirrojas. Rostros como Toni Grande, cedido por el Real Madrid en la 1967-68, Benito o Felines se identifican en las fotografías. Las anécdotas tras el cristal son miles: “Siempre hay alguna señora que viene aquí a cobrar el décimo en el momento. Les digo que para recibir el premio tienen que ir al banco o a la central. No entienden que en la Administración no tenemos tanto dinero (risas)”. ­Otro exrayista convertido a lotero en Madrid fue Chufi, que está jubilado y son sus hijos quienes ahora regentan el negocio.

—Voy a todos los encuentros en Vallecas y me está gustando cómo juega. El único ‘pero’ que le pondría al equipo es que nos está costando mucho meter goles. Vamos sacando los partidos y creo que este año no vamos ni a pasar apuros.

—¿Cree que la actual plantilla es una de las mejores de la última década?

—En la historia del Rayo ha habido plantillas muy buenas, aquella del Matagigantes era una muy grande, con jugadores jóvenes y de calidad: Felines, Fermín, Francisco, Uceda, Anero... Además, teníamos un preparador físico, Álvarez del Villar, que nos tenía listos para jugar dos choques seguidos. Físicamente nos comíamos a todos los equipos grandes. No los dejábamos ni respirar durante los 90 minutos.

—También Paco es exigente.

—Físicamente el equipo está muy bien. Paco es un gran entrenador y ojalá se quede en el Rayo más tiempo. Quiero que estén los mejores y Paco ha demostrado ser bueno.

—Le ha transmitido hambre al equipo, ganas de más.

—Todo depende del entrenador. Hay algunos técnicos que fichan por un año y no se implican, pasan desapercibidos. Pero Paco no les deja relajarse ni en los entrenamientos. Corren, se machacan y no dan un balón por perdido, como nos pasaba a nosotros.

—¿Puede aspirar el Rayo a algo más que la salvación?

—Ojalá llegáramos a los puestos europeos, sería como si nos cayese el ‘gordo’, pero me conformo con la permanencia. La salvación para el Rayo ya es como haber ganado la Liga.

—Para el míster y para muchos jugadores el Rayo es un gran escaparate...

—Hoy por hoy, jugar en el Rayo es como si te tocase la lotería. A bote pronto, te conocen en toda España, te ve todo el mundo y la progresión de los jugadores es espectacular.

—¿Qué jugador le está llamando más la atención?

—Alberto Bueno. Tiene mucha calidad, remata de cualquier manera, corre... pero debe implicarse más en la jugada y ayudar a los compañeros, desmarcarse antes para que le pasen el balón.

—Y de delantero a delantero, hábleme de Leo Baptistao.

—Leo está bien desde que ha vuelto, pero puede hacer más aún: rematar de cabeza, ser más participativo en los córners y las faltas... Se le puede pedir más porque es muy bueno.

—Ahora se vigila el comportamiento de la grada, ¿cómo era antes el ambiente?

—La gente iba a disfrutar del fútbol. Los padres se llevaban a los hijos, algo que ahora es menos habitual. Se ve menos. Hay más insultos, tiran cosas... y eso lo veo fatal. No se divierten viendo el espectáculo. Al contrario se le pita, aunque haga una buena jugada y antes no era así.

—¿Se les aplaudía?

—Sí, ahora la gente es más agresiva. No tenía que ir la Policía custodiando a la afición rival ni meterla dos horas antes en el estadio.

—Vallecas es especial...

—Vallecas siempre ha tenido la mejor hinchada, muy exigente. Se exigía que ganaras, pero además jugando bien.

—¿Alguna vez le han pitado a Felines o a usted?

—Nunca, ni en los campos contrarios. Al Betis y al Rayo nos trataban siempre de cine. Fuimos una vez a jugar contra el Sant Andreu y cuando salimos las gradas se rompían las manos aplaudiendo. Por la tarde, jugaba el Real Madrid en Barcelona y todo lo contrario. Recuerdo que ante el Xerez, un aficionado bromeaba con que había nueve jugadores y dos niños por Felo y por mí. Terminé marcando y el Rayo ganando (risas). Nosotros mismos bromeábamos con nuestra altura, buscábamos a los rivales más altos y nos hacíamos fotos con ellos.