Mundial de Clubes | Real Madrid - San Lorenzo
San Lorenzo está tratando de condicionar al árbitro de la final
La final del Mundialito ya está en marcha. San Lorenzo sólo habla del árbitro. No quiere que la FIFA designe a Proença como premio a su carrera (ya que se jubila este año)...
San Lorenzo es canchero. Su presidente, Matías Lammens, empezó a jugar la final ante el Madrid minutos después de clasificarse agónicamente. Lo hizo en AS: “¿Que el Madrid puede temer por el juego violento? En todo caso San Lorenzo se tiene que preocupar de Pepe”. A oídos del presidente de los cuervos llegó un rumor que ayer corría con fuerza en todos los rincones de Marrakech: la final del Mundialito estaba destinada para el portugués Pedro Proença. Así que después de quejarse enérgicamente por todas las radios argentinas por el arbitraje del australiano Williams ante el Auckland City (“pitaba falta nada más tocar”), disparó con cañones: “ Nadie puede desconocer el poder del Real Madrid en cuanto a capacidad de lobby y al hábito de jugar este tipo de torneos”.
Bordó la jugada. a tres días para jugarse la final consiguió que en la ciudad marroquí sólo se hablara del colegiado del sábado. Atrás quedó la discreta imagen del equipo ante Auckland y ahora el objetivo es tratar de condicionar al árbitro de la final. Golpe de efecto. Fuentes de ambos clubes confirman a este periódico que Proença iba a ser el colegiado porque se retira este año y la FIFA quería homenajearle. Aunque ninguno aclara por qué y cómo la FIFA iba a vulnerar su propio reglamento de la competición (designar un colegiado de una Confederación diferente al de los equipos participantes). “Nosotros lobby o capacidad de influir, cero. Han quitado a Proença”, apuntan desde la entidad blanca, que también anda ojiplática con la actitud de Villar que tampoco ha mostrado interés en este asunto. El vestuario de San Lorenzo, mientras, avisa: “Vamos a hacerles sentir el roce”.