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REAL SOCIEDAD 1 - ATHLETIC 1

Un derbi bajo mínimos

Los locales se adelantaron en el 2' y mandaron durante la primera mitad. Tras el descanso, los de Valverde mejoraron su imagen y De Marcos consiguió el empate.

Un derbi bajo mínimos
EFE

El derbi vasco terminó con justicia. El empate fue un premio o castigo, según se mire, ante la pobreza del juego. La Real, que apenas tiene al gran Vela, está acomplejada, sin ideas, y el Athletic, que hasta que se quedó con diez por expulsión de Laporte pareció mejor e incluso más ambicioso pagó sus errores.

La Real empezó el partido con el santo de cara. Vela, quién si no, aprovechó en el minuto 3 un pase atrás de Castro para hacer el 1-0, que marcaría el partido. Los de Moyes no querían otra cosa más que guarecerse atrás para lanzar contragolpes ante un Athletic que apenas dio respuesta en la primera mitad, en la que ni siquiera sacó rendimiento a un puñado de córners. Los únicos lanzamientos, de Aduriz y Susaeta, fueron mansos a las manos de Zubikarai.

Los donostiarras, con el escondido Markel Bergara en el once, vivían únicamente de Vela. El mexicano se marcó un jugadón de esos de videoteca que terminó en las manos de Iraizoz. Que metiera un gol Finnbogason era poco menos que una aventura. Se mostró muy cándido toda la noche. Como Iñigo Martínez, que mandó fuera un sencillo cabezazo en plancha.

Valverde había apostado por Unai López de mediapunta, pero el donostiarra no se sintió cómodo, entre otras cosas porque Iturraspe no tenía la noche. Escasa triangulación y mucho fútbol de meter riñones. No iba con su estilo.

El Athletic salió con decisión tras el descanso y Muniain mandó a las nubes una gran ocasión. La Real reculó demasiado y lo pagó caro. Segundos después de que los leones reclamasen un penalti, Susaeta encontró a De Marcos en una gran diagonal y el de Laguardia batió a Zubikarai con un precioso empalme que murió en la red tras pegar en el larguero.

Expulsión clave. Daba la sensación de que el Athletic se podía llevar el gato al agua. Mandaba en decisión, con la Real sin atreverse a apretar arriba y sólo se vio obligado a recular por la expulsión de Laporte, que vio la segunda amarilla por sacar un brazo en un salto a cabeza. En el fútbol de hoy, amarilla, en el de los Gajate, Goiko, Kortabarria y Liceranzu, simple falta.

Entonces sí, la Real se vio obligada a dar una vuelta de tuerca al asunto. Canales, con una falta que lamió el larguero y un disparo flojo a las manos de Iraizoz, tuvo la victoria. No lo merecía por conservadora.