El Mundialito ya tiene 'outsider': el Auckland City

Ya tenemos ‘outsider’ del Mundial de Clubes. El Auckland City. Y si este equipo neoprofesional, con un presupuesto de 700.000 euros, se ha metido en las semifinales del torneo contra el San Lorenzo es gracias a la labor del catalán Ramón Tribulietx. Lo que hizo su equipo en el desapacible Moulay Abdellah (apenas 7.000 espectadores en las gradas y un mal estado del terreno de juego con frío y lluvia) no tiene nombre. Bueno, sí: fútbol puro, el que no entiende de presupuestos ni imposibles y el que consigue soñar con lograr lo imposible.

Después de cargarse al campeón de la liga marroquí ahora han hecho lo mismo con el campeón africano. Doble mérito. Contra los anfitriones necesitaron 120 minutos y una tanda de penaltis. Frente al conjunto argelino ‘simplemente’ 90 minutos de rigor táctico con un esquema 4-1-4-1 que anuló al equipo dirigido por Madoui. Una machada teniendo en cuenta que Nueva Zelanda es un país que apenas tiene 342 clubes y no llega a los 200.000 futbolistas registrados (Argelia, por ejemplo, cuenta con casi dos millones).

Su premio será jugar ante San Lorenzo, y de regalo como poco la final de consolación. Pero a estas alturas de campeonato el Spanish Auckland City es el equipo del Mundialito más en forma en cuanto moral se refiere. Así que si la fe mueve montañas y el fútbol hace milagros, los futbolistas de San Lorenzo no dormirán tranquilos esta noche. El Auckland se clasificó para la semifinal con autoridad y con relativos nervios al final del choque porque De Vries no tuvo su noche. El neozelandés dispuso de dos ocasiones muy claras, en la primera y segunda parte, para haber ampliado la renta. Incluso también el madrileño Berlanga, que demostró pundonor y garra en defensa y peligro en ataque en el carril del '2', casi marcó. En el minuto 43’ envió un centro-chut al larguero de Khedaira.

El Setif se mostró impotente en ataque. Los neozelandeses taparon bien a su máxima estrella, Belameiri (Pichichi de la Champions Africana), que se marchó resignado y enfadado en el 68'. El portero Williams hizo bien su trabajo como en la tanda de penaltis ante el Atlético Mogreb Tetuán. Salvó el empate en el 59’ a disparo dentro del área de Benyettou. El Auckland City no pasó apuros al final y la fiesta se produjo con el pitido final de Proença. Los neozelandeses celebraron el pase con el escaso público de las gradas que aplaudieron asombrados la machada neozelandesa. En Marruecos también gusta que David gane a Goliat.