Wanderers y Cruz Azul buscarán el premio gordo que es el Madrid

Ancelotti y todo el madridismo ponen hoy un ojo en el estadio Moulay Abdellah de Rabat. De ahí saldrá el rival blanco en las semifinales del Mundialito (día 16). La teoría dice que el equipo que pase sea el Cruz Azul, pero el fútbol no entiende de razones. Que se lo pregunten al Atlético Mogreb Tetuán, que se quedó fuera de esta edición eliminado por el equipo neoprofesional del Auckland City (700.000 euros de presupuesto) o al mismo Raja Casablanca, que el año anterior se metió en la final del Mundialito contra todo pronóstico eliminando al Cruz Azul en cuartos y al Atlético Mineiro en semifinales.

Ni el hecho de que los futbolistas del Wanderers amenazaran con el boicot de no saltar al césped por el tema de las primas sirve para descartar al equipo australiano, que se fundó hace sólo dos años. Recuerden, es el campeón de la Champions asiática aunque vaya último en la liga australiana y no conozca la victoria en nueve partidos. “Son partidos de vencer o morir. No hay margen de error”, sostiene Luis Fernando Tena, técnico del Cruz Azul, que ni se fía del supuesto cansancio de los australianos tras 30 horas de vuelo ni del estado del césped. Los mexicanos vienen mejor preparados previo stage de Málaga. Tienen 20 millones de euros más de presupuesto. Y jugadores conocidos como el exbético Pavone, el portero Corona o el capitán Torrado. Pero fútbol es fútbol como diría Boskov.