APOLLON 0 - VILLARREAL 2
Gerard y Vietto resuelven y el Villarreal acaba como segundo
Su calidad fue decisiva pero el Borussia ganó en Alemania al Zúrich y será primero. El canterano hizo un golazo y el argentino marcó y dio una gran asistencia.
El Villarreal hizo los deberes en Chipre y ya está esperando rival entre los 32 mejores de la Europa League. Acabó segundo gracias a los destellos de Gerard (golazo) y Vietto (pase y gol) porque, pese a cumplir los pronósticos ante el Apollon, el Borussia Moenchengladbach, líder, hizo lo propio con el Zúrich. Pero eso, más allá del factor campo, no es garantía de nada. De ahí que no se vieran resoplidos ni lamentos. En el bombo de los cabezas de serie habrá más de uno que no lo parece y en el otro, en el de los segundones, afilan los dientes más leyendas de las esperadas (Liverpool, Ajax…).
El partido fue un monólogo del Villarreal. Siete ocasiones de gol y dos dianas en el primer tiempo fueron suficientes para tumbar a un rival menor (156º en el ránking FIFA) y para encadenar 14 partidos seguidos marcando, récord en la historia del club castellonense. El primer tanto pudo llegar nada más arrancar el partido, pero a Vietto le faltó calentamiento y le sobró miedo ante la salida del portero. Pina, el propio delantero argentino y su mejor socio, Gerard, amagaron poco después. Faltaba puntería y había inquietud. Hasta que el candado chipriota saltó por los aires pasada la media hora. El tanto nació en un pase soberbio al hueco de Vietto, un genio de 21 años, y pudo acompañarle desde un fuera de juego hasta un penalti por mano. Angelis no acertó a cortar el envío y en sus ansías por ir al suelo dejó solo a Gerard. El canterano, de un toque sutil y picado, superó al portero recordando que cuenta las ocasiones que le dan por sobresalientes: lleva siete goles y tres asistencias en poco más de 800 minutos.
El mazazo hundió a un Apollon sin referentes ni calidad. Gullón (ex del Villareral) y Fabrice (ex del Málaga) pusieron el toque más atractivo. El Submarino olió el miedo y tranquilizado (y contrariado) por el resultado que se daba a la misma hora en Alemania, decidió sentenciar para descansar. Vietto cumplió la primera parte tras rematar un centro defectuoso de Jaume Costa. Y Marcelino hizo lo demás. Al descanso quitó a Mario y a Bruno, mástil y bandera de este proyecto, para repartir minutos y cansancio.
Tanto cambio y tanto alivio restaron trascendencia al resto del partido. El segundo tiempo fue una mera consecuencia del resultado. Algún detalle de Espinosa y algún zarpazo de Sangoy (ex del Sporting). Poco más. El Apollon pidió clemencia y el Villarreal, ya satisfecho, se dedicó a no hacerse daño ni a arriesgar. Espera el Calderón y la plantilla afronta el encuentro con sangre en el ojo. Ganar a un Atlético invicto en casa en 2014 motiva al Villarreal. Pero no tanto como irse de vacaciones en puestos europeos o vengar aquel empujón al descenso en 2012.