ESPANYOL | Lara Bosch
"Si no encontramos a un tonto como yo, desapareceremos"
Uno de los hombres más influyentes atiende a AS mientras bromea sobre el hecho de ser la única persona que posee Creu de Sant Jordi y la medalla al mérito de la Guardia Civil.
¿Sigue usted el día a día del Espanyol?
Me desvinculé de la gestión pero por supuesto sigo al Espanyol , mi corazón siempre será perico.
Sabrá, entonces, que la deuda, que ya existía en su época en el club, apenas cede.
Cuando nosotros entramos y en los Consejos en que estuvimos, siempre hubo al final del ejercicio un pequeño superávit, tampoco se trataba de forrarse. Dani, en cambio sí que utiliza datos que son falsos a la que habla de cuando cogió al club. Es cierto que había unos nueve millones de déficit, pero también es cierto que teníamos 18 millones de euros en participaciones de Sarrià Park, pero decidieron no ejecutarlo.
¿El problema hoy es meramente económico?
Tenemos un problema económico que revierte en el deportivo. Mis hijos ya no conocen a los jugadores, no saben quiénes son, la política deportiva es errática.
¿Cuál fue su punto de inflexión para desencantarse?
Hasta el 2000 fuimos de la mano con Dani, luego, tras la Copa de Valencia, enloqueció y empezó a generar deuda y déficit constantes. Comprar caro y vender barato. Teníamos una política de cantera clara y de jugadores que generaran beneficio al club. Eso se cambió.
Usted le hizo presidente...
Es cierto que me siento responsable de haber hecho presidente a Dani, pero solamente hasta el Windsor. Antes de esa cita, hubo una comida previa donde se pactó toda la línea a seguir, y un nuevo Consejo de consenso con Biern, al que propuso él, no yo, como presidente. Yo cumplí todo lo que me pidió. Él no. Ahí decido romper con Dani.
Y, sin embargo, años después vendió sus acciones precisamente a Dani y Condal.
No se las vendí a Dani, sino que me desprendí de ellas para evitar una guerra, que era lo peor para el españolismo. Después de dos años de confrontación, parecía que la mayoría quería seguir el camino de Dani. Decidí apartarme y dejar a Dani hacer lo que él quería, no ponerle obstáculos. No parece que nos haya ido muy bien desde entonces.
¿Le defraudó?
Ha sido una de las mayores decepciones humanas de mi vida. Me entendía bien con él, había empatía, defendíamos el mismo modelo de club, pero de repente todo cambió.
¿Guarda algún tipo de relación con él?
Fabián Estapé, profesor mío, decía que la gente se divide en amigos, enemigos e indiferentes. Yo divido al mundo en dos: amigos y macetas. Y a las macetas ni las piso ni me meo en ellas, ni las insulto. Para mí, Dani es una maceta. A lo mejor le gustaría más que le insultase. No le busco porque no tengo ganas de pelearme con él, ni él tampoco. He visto a su hermano, soy amigo de Josep, me dice que un día hemos de encontrarnos, pero no lo intenta, huimos del tema. Le he querido mucho y creí que era una persona muy válida. Hizo un gran trabajo con Casanova en la cantera. Hoy prefiero olvidarlo que despreciarlo.
¿Qué le parece la figura del presidente remunerado?
Collet me merece el mayor de los respetos, pero es un empleado que está allí para proteger los intereses de unos señores que dirigen el club para salvaguardar su economía. Ante ese panorama, lo mejor es retirarse. Un señor que cobra del mayor acreedor del Espanyol, ya que Dani y Condal con sus avales condicionan todo. Un señor que gana el triple de lo que ganaba en cualquier otra cosa, ¿este señor va a defender el interés común?
¿Se arrepiente de haber vendido sus acciones?
Un día sí y otro, no. Pienso que una guerra en el Espanyol es mala. Pero el día que se me acabó la paciencia fue el día que con el primer jugador que ficharon entre ellos y lo traspasaron, se repartieron la plusvalía. Y encima dijeron que también lo había hecho Planeta Deportiva. Mentira cochina. Cuando se vende a Pochettino ni se nos consulta, y no pedimos plusvalía sino un derecho, nos dieron una pata de Tamudo, un 25 por ciento, como los caballos. Tamudó acabó contrato y no recuperamos nada. Todo lo que gastamos fichando se quedó siempre en el club. Lo donamos. No recuperamos plusvalía ni capital. Ahí vi que esos señores no iban por el club sino por su mayor gloria y dije basta. Era su mayor gloria contra la realidad del club.
A usted se le acusó de ser quien vendió Sarrià.
Esa guerra la tenia perdida, es la de la demagogia. Sarrià lo vendió la junta de Pardo endeudándolo a un nivel que el Espanyol no podía soportar.
Pero usted también participó en esa venta...
Es muy duro estar empleando muchas horas para no ganar un duro y que el domingo te llamen hijo de tu madre porque vas a vender Sarrià, que es la única solución que teníamos. Y ves cómo el resto de la Junta no lo afronta. Ya no existiríamos. A mí no me hacía ninguna gracia vender Sarrià. Se discutió en Consejo, se demostró que era inviable otra opción. Algún consejero dijo que a la luz de los nuevos contratos televisivos podíamos pensar. Se hizo un informe detallado financiero para el Consejo. Un tercio no lo leyó, un tercio no lo entendió y el tercio restante no quiso entenderlo. Y te echaban a ti la culpa de lo que habían hecho ellos y Pardo antes. Quiero recordar que la Junta de Perelló antes de que nosotros entrásemos, dobló el déficit. No todo lo hizo Pardo. Ya estaban Perelló padre, Dani y todos allí.
Hablemos de los purgados en el pactor del Windsor. Por ejemplo, Ramon Condal.
No puede ser poner de presidente a un señor que Dani sabe cuando lo pone que está enfermo.
¿Germán de la Cruz?
Un señor que tiene la historia que tiene en el Espanyol no tiene que estar en una directiva. Tuvo problemas, ciertos o no, que están pendientes de juzgados de compraventa de partidos, de líos con empleadas de la Fundación, ciertos o no, él sabrá. En estos sitios públicos, en todo en la vida, has de ir vestido de monja.
Directamente: ¿tiene el Espanyol solución?
Alguien va a tener que hacer el tonto como hice yo en el 98. A que lo insulten por vender Cornellà para pagar la deuda y volver a sanear el club. Si no encontramos al tonto, desapareceremos.
Eso es muy contundente.
El Espanyol vuelve a estar como en 1998, con una deuda que supera toda posibilidad de pago desde su propia tesorería. Ante eso solo se pueden vender activos. Es el ‘abc’ de gestión de cualquier empresa. Me gusta más Cornellà que Montjuïc, pero si no tengo para pagar, ¿qué hago? ¿Deber 130 millones? Son siete u ocho solo de intereses. Una barbaridad.
¿Cree que el club se venderá a un inversor externo?
Pregúntenselo a Dani, que lo ha intentado tres veces y ha fracasado porque obliga a hacerse cargo de los avales. Y los compradores dicen que avales y capital es demasiado.
En esta tesitura, ¿regresaría usted de algún modo?
En los sitios hay que estar o no estar. Cuando estuve, con Molinos a veces estábamos hasta las 12 de la noche resolviendo temas. Desde que me fui no he vuelto por las oficinas ni a renovar mis ocho carnets: mando a alguien. Con lo cual al Espanyol no debo volver. No es buena idea.
¿Apoyará a la alternativa actual, Genética Perica?
Vinieron a verme y pedirme apoyo. Me parecieron gente digna de estudiar y les dije que volvieran cuando tuviesen más acciones, para que mi apoyo sirviese. Para ir a una Junta y perder, no. Y el colmo es que Dani quiere vender, pero quiere que le asuman sus avales. ¡Que no hubiese avalado! Si tú estas hipotecando el futuro del club para recuperar tus avales, búscate un socio, cree, pacta.
¿Ve un escenario con ellos como el que hubo cuando apoyó a Claudio Biern en 2006?
Los puedo meter en un juzgado a todos. No se puede hacer una junta como la del Fórum, media hora vendiendo humo con un campo nuevo. En una Junta los candidatos no pueden hacer publicidad, está prohibido. Salió allí el señor Perelló, que también se arrepiente de haberlo hecho, a contarnos la maravilla que iba a ser el campo. Eso es ilegal, inmoral y demuestra que son capaces de todo solo por mantener el poder. Ante esa actitud, me alejo.
¿Le molesta el debate catalanista sobre el Espanyol?
En mi época se cambió el nombre del Espanyol, se hizo con ‘ny’. Yo creo que eso retrató lo que el Espanyol era, catalanes. Nos sentíamos muy catalanes, pero también españoles. Se cambió el himno, que era bilingüe, una estrofa en cada idioma. Eso no era para mi bilingüismo sino un cachondeo. En ese momento se definió un club que quiere ser catalán y barcelonés y en este contexto actual, el Espanyol puede defender una postura catalana e incluso catalanista, lo veo correcto. Ahora, yo creo en un concepto de Cataluña liderando a España y otros en una Cataluña independiente.
¿Seguirá el apellido Lara vinculado al club en el futuro?
Anímicamente, sí. Funcionalmente, no. Al menos mientras yo lidere la familia. Las nuevas generaciones llevan el gen perico, por eso tengo ocho abonos, pero no creo que participen en la gestión del club. Mi tercera hija salía llorando del campo y me decía: “Papá, ¡que injusto es esto, con las horas que dedicas y encima que te insulten!”. Porque me insultaban, ¿eh?
¿Y cree que Camacho sí sería capaz de regresar?
No querría volver si no tiene una directiva que crea en su proyecto. Si no, volvería encantado como volvió una vez ya. Camacho fue otro equivocado con Dani. Volvió del Sevilla presionado por mí, convencido de que se volvería a la política en la que él creía, y no fue así.
¿Es viable hoy el club?
Habría que estudiar la situación exacta con vencimientos y plazos, pero el club sí sería viable si pudiésemos acogernos al concurso de acreedores, como ha pasado en otros, y para saldar la deuda entregar un activo. Con Sant Adrià edificable no tendríamos deuda. ¿Nadie se ha preocupado ni de eso?
¿Qué mensaje enviaría a la afición del Espanyol?
Sigo estando con ellos, incluso con los que me insultaron, sigo siendo perico, pero si quieren solucionar el club hay que conseguir mayoría de capital, pues somos una SAD y la mayoría la tienen unos señores que pueden tener al club así el tiempo que quieran.
¿Ve a alguien que pueda liderar el cambio?
El espíritu santo.