Los grupos ultra de nuestra Liga
Real Madrid: Ultras Sur, la vieja guardia sigue, pero en otro sector
Expulsaron a los más radicales tras la guerra interna. Dos facciones (la vieja guardia y los jóvenes, más radicales y violentos) se enfrentaron por las prebendas del club blanco.
Florentino Pérez pudo acabar con los Ultras Sur cuando llego a la presidencia en 2000, como hizo Laporta en el Barça. En lugar de eso pactó con los radicales unas condiciones especiales a cambio de su buen comportamiento dentro del estadio. Los devolvió al Fondo Sur (habían pasado al tercer anfiteatro tras los incidentes de la portería el día del Borussia en 1998). Incluso picó el suelo para rebajarlo un metro y que pudieran estar de pie. En esa entente cordiale el club facilitaba al grupo 300 entradas para que se financiasen (además de localidades para los partidos de fuera y subvención de viajes). Y había unos 500 abonos concedidos con precios reducidos.
En la época de Mourinho el grupo ultra se sintió importante en su papel de presión a la prensa (“Marca y AS, cámara de gas”, consigna permitida dentro del estadio por el club) y contra Casillas. La relación se escenificó en el último partido de Mou en el Bernabéu. Miembros de seguridad del club escoltaron hasta la boca de vestuarios a cabecillas de los Ultras Sur para que le entregaran al técnico una placa. Florentino manejaba una bomba que terminó por explotarle en las manos cuando dos facciones del grupo (la vieja guardia y los jóvenes, más radicales y violentos) se enfrentaron en una lucha de poder por las prebendas ofrecidas por el club. Empezó con una batalla campal (9 de noviembre de 2013) en el bar Drakkar. El Madrid no podía permitirse estar involucrado en esa cascada de violencia, detenciones y disturbios, y se vio obligado a actuar.
Su primera decisión fue retirar los 500 abonos concedidos en condiciones especiales y puso en marcha la Grada Joven en ese mismo fondo. Ahí colocó a miembros de la peña La Clásica (la que puso aquella reprochable pancarta de ‘Mourinho, tu dedo nos marca el camino’) y Primavera Blanca, también afín al mourinhato. El nombre de Grada Joven no hacía justicia a algunos integrantes, bien entrados en edad. También estaban los de la vieja guardia de los Ultras y quedó algún radical: la prueba es que el Bernabéu fue sancionado con el cierre de un sector para el partido de Champions ante el Basilea porque en la ya Grada Joven se exhibió una bandera de simbología nazi en la ida de semifinales ante el Bayern.
Esta temporada la grada de animación (Grada Fans) fue trasladada al tercer y cuarto anfiteatro. La forman 23 peñas y la dirigen cuatro: La Clásica y Primavera Blanca, Orgullo Vikingo (asidua antes al Fondo Sur) y Veteranos, formada íntegramente por la vieja guardia de los Ultras Sur, incluido el fundador Ochaíta. Hay 60 antiguos Ultras Sur (veteranos ya apartados, dicen, de la violencia) en la nueva grada. Otros 200 fueron dispersados por el Madrid por el estadio (como mucho, agrupados de tres en tres). Y los más violentos (unos 30) han sido expulsados.
Sigue el Clásico Barcelona - Real Madrid en directo con AS.com