Uno por uno del Barcelona: Claudio Bravo fue decisivo

Bravo: Fundamental para el Barça. Solventó de manera excepcional un mano a mano con Feghouli y un tiro a la derecha de Negredo que tapó con clase. Piqué le salvó bajo el travesaño de encajar.

Alves: Nefasto su partido en el que sólo hizo que quejarse, no aportó en ataque y complicó en defensa. Probó infinidad de centros que todos acabaron en nada.

Piqué: Buen partido el suyo. Parece comprometido con el equipo. Rápido en el cruce y limpio en la salida del balón.

Mathieu: Sorprendentemente silbado por la grada de Mestalla, el francés no se dejó intimidar. Se vio condicionado por una amarilla en el arranque del partido.

Alba: Profundo en el juego de ataque tuvo que correr mucho para cerrar espacios en defensa. No pudo culminar ninguna de sus apariciones en ataque.

Xavi: Cuando más cómodo pareció sentirse, Luis Enrique lo sentó. Buen partido, aunque sin socios para mover con velocidad la bola en el centro y sin poder conectar con los tres de arriba.

Mascherano: Encargado de mover al equipo en el inicio acabó de central. Serio y rápido, aunque no mostró estar del todo cómodo creando.

Busquets: Goleador providencial en el alargue del partido al golpear con la izquierda un rechace en el área pequeña. Desubicado colocado como interior estuvo más pendiente de cortar que de crear.

Luis Suárez: Peleó mucho y corrió como pocos, pero no estuvo acertado. La que metió se la anularon de manera injusta. Combinó en corto sin acierto. Le quedan coger automatismos.

Messi: Apareció en la segunda parte, aunque muy lejos de la zona de influencia. Trató de entenderse con Neymar y Xavi, pero estuvo bien cerrado por la zaga del Valencia.

Neymar: Lo probó todo y dejó varios detalles de calidad, pero se encontró cerrado e intimidado por la defensa del Valencia. Las ayudas en retaguardia lo marcaron mucho.

Sustituciones:

Rakitic: Jugó bien el ratito que le dieron. Amagó varias veces con tirar desde fuera, pero no probó. Abrió bien el juego, tocó con criterio en cortó y vibró con el gol de Busquets.

Rafinha: Luis Enrique le pide electricidad y él le da eso. Está atrevido y esa es una buena noticia para los culés.

Pedro: Abrió el campo, pero poco pudo aportar al juego de ataque más allá de incomodar.