ATHLETIC 3 - ESPANYOL 1
Aduriz termina con la maldición del Espanyol en San Mamés
El equipo bilbaíno continúa su mejoría y se deshizo con facilidad de un Espanyol casi inofensivo. Marcaron Aduriz, Viguera, Iturraspe y Víctor Sánchez.
El Athletic despega por fin en la Liga, en la que durmió anoche noveno gracias a la bondad de un Espanyol de espanto, al que no le queda ya ni el amuleto de San Mamés. Los periquitos comparecieron en su campo preferido como una sombra de equipo, sin ideas con balón hasta el 2-0 y con una blandura defensiva sonrojante. Si encima te plantas ante los bilbaínos concediendo facilidades a un tal Aduriz... El donostiarra les destrozó en su reaparición. Casi cuatro años después, el Athletic rompió el maleficio y cantó victoria ante los catalanes.
Los leones pusieron rumbo hacia la victoria gracias al balón parado. Aduriz, quién si no, cabeceó en carrera un córner de Susaeta y Casilla se vio rebasado al tocar la pelota en Stuani. El Espanyol no quería la pelota y recibía así un castigo a su pobreza en el juego. Si los de Sergio González pierden encima la fiereza a balón parado que tenían con Javier Aguirre, apaga y vámonos.
Se pudieron meter en el partido en una diagonal de Lucas Vázquez, pero fue un espejismo. Melero López, que en su primer arbitraje al Athletic había escamoteado un penalti en Vallecas a Muniain, volvió a jugarle una mala pasada al no sancionar otro en una salida a destiempo de Casilla (mala semana la suya) sobre Aduriz. El derribo pareció en la línea y el colegiado se inventó un saque de puerta. Valverde, poco propenso a las reclamaciones, se comió al cuarto árbitro. Melero sólo le compensó repartiendo tarjetas a los desquiciados visitantes.
La sentencia para los periquitos llegó al filo del descanso. Aduriz, que de víspera había comentado que nadie es imprescindible y no se lo cree ni él, bajó con maestría un balonazo de Rico, fue apartando rivales como muñecos y habilitó en su desmarque a Viguera. El riojano se estrenó como goleador a lo grande, con un fantástico gesto técnico con la derecha a pie cambiado que dejó clavado al meta rival. ¡Cómo lo celebró! El killer del Alavés ya tiene su primera muesca y fue cobrando moral hasta terminar muy suelto la noche.
El 2-0 llegó gracias a un cambio de planes de Txingurri, que había empezado con Muniain de mediapunta y Viguera en el costado. Demostrado queda que el único fichaje rojiblanco en esta temporada se siente más cómodo por dentro. Y Muniain se encargó de evidenciar con una soberbia segunda mitad, plena de regates de fantasía, que necesita recorrido en la banda para entrar en diagonal.
Quedaba por comprobar la respuesta del Espanyol, que encadena diez encuentros seguidos sin ganar fuera. Salir de Cornellà, donde deberán cimentar la salvación, empieza a convertirse en una especie de viaje al infierno. Ni el rutilante San Mamés les inspiró.
Despertar. El Athletic mantuvo el dominio en la segunda mitad, aunque los pericos enseñaron por fin sus garras. Un tiro fuera de Stuani y un jugadón de Salva Sevilla con caño a De Marcos que lamió el palo fueron sus mejores ocasiones. Pero Iturraspe se sacó un enorme derechazo con rosca. Víctor Vázquez, que junto al ex del Betis era el único espanyolista con fundamento, hizo el tanto de la honrilla tras una dejada de Sevilla. Pobre honor antes de volver de vacío. Preocupante para ellos.
Los leones se cargan de moral antes del comprometido viaje a Ucrania, donde deben ganar al Shakhtar para limpiar su imagen en la Champions y no depender de lo que haga el BATE para mantener las esperanzas de Europa League. Anoche, ya con le viento favorable, evidenciaron que su comienzo de temporada ha sido deplorable para la calidad que tienen. Pocos rivales tan caritativos como el Espanyol de un Sergio que no da con la tecla se van a encontrar en el camino. El Athletic sonríe y su rival de ayer debe mirarse al espejo.