Oporto exige una gesta

Ocho partidos sin ganar. Todo un calvario para el Athletic competitivo, eufórico y atrevido que conquistó la cara cuarta plaza de Champions, para un equipo al que, después de apear al Nápoles, se daba como favorito para el primer puesto del grupo. Los analistas dijeron que se lo jugaría en la doble contienda con el Oporto. No, se confundieron. Lo que disputa esta noche en Do Dagrao es su supervivencia en la competición y ganar moral para la Liga, su pesadilla.

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Valverde anunció ayer cambios. Cerca de 4.000 seguidores rojiblancos, con entrada y sin ella, han viajado por tierra y aire hasta la desembocadura del Duero. Allí empezó el Athletic sus batallas continentales. Ganó en el viejo Das Antas y Artetxe, con tres goles, zanjó las dudas en San Mamés. Fue el primer zarpazo de los leones en la Copa de Europa. Hoy quieren dar el segundo.

Con el cuerpo malherido por el injusto empate ante el Celta, el equipo rojiblanco enterraría hoy prácticamente sus opciones con una derrota. En caso de empate, quedaría vivo, pero muy obligado a firmar una segunda vuelta de siete o nueve puntos. Si vence, se le abrirá el cielo. Depositaría sus opciones para dentro de quince días ante los portugueses en un San Mamés que volvería a creer en sus chicos.

Mucho talento. El Oporto, con muchísimo talento (Quaresma, Brahimi, Óliver y Neves), y un pegador de primer nivel como Jackson Martínez, uno de los mejores nueves al primer palo, no las tiene todas consigo. Lopetegui intuye que el Athletic se puede levantar, que lo suyo es no rendirse. De ahí que tirase de una arriesgada rotación en la Copa ante el Sporting de Portugal y la eliminación le haya costado un aluvión de críticas. Si los leones son capaces de marcar primero, la grada se impacientará. El Athletic llega como víctima tras su derrota ante un BATE que recibió seis goles en Do Dragao.

Harán falta más goleadores que el solitario Aduriz

Ayer Valverde tuvo una seria reunión con la plantilla a pie de césped. Para dar la campanada, necesita que vuelva el gol, que no se lo deje todo a Aduriz. Tres tantos suyos son lo único que llevarse a la boca en los ocho últimos partidos. Por lo menos, Susaeta empieza a coger aire y Muniain tratará de ayudar cuanto pueda con su dolorido hombro (el sábado fue infiltrado y no podía mover el brazo). Se enfrenta a su colega Óliver, con quien cruzó apuestas en la reciente concentración de la Sub-21. Lopetegui ganó una Eurocopa Sub-21 con Iker (también estaba Tello). Beñat buscará puerta en la mediapunta e Iturraspe regresar a su mejor versión, a la de Old Trafford de hace dos años. La afición bilbaína sueña con una gesta así, pero en la Champions.