La intrahistoria
Moti: el central parapenaltis tendrá un Fondo en Razgrad
El Ludogorets honrará en su estadio al héroe de la Champions: el defensa se tuvo que poner de portero y en la tanda de penaltis marcó el suyo y le detuvo dos al Steaua.
A Cosmin Moti (3 de diciembre de 1984, Resita, Rumanía) se le puede considerar una leyenda del Ludogorets. Fue el héroe de la clasificación del equipo de Razgrad para la Champions. El equipo búlgaro jugaba la vuelta del play-off de clasificación para la máxima competición europea contra el Steaua en casa.
En la ida había perdido 1-0. Wanderson empató la eliminatoria en el minuto 90 y el partido se fue a la prórroga. Cuando a falta de dos minutos para el final se mascaban los penaltis, Undiano expulsó a Stoyanov por derribar a Varela. Ya no se podían hacer cambios y Moti se enfundó los guantes y la camiseta de portero con mucha seguridad. “¡Tras el partido nos dijo que nunca se había puesto de portero!”, comentan sus compañeros.
Abalo relató a AS aquel momento: “La primera jugada en contra era un córner y cuando lo sacan... ¡Le veo salir a despejar de puños! Pensé: ‘¿Dónde va?’. Pero la despejó. Menudo fenómeno”. El Ludogorets aguantó con Moti de portero hasta la tanda de penaltis y ahí su figura se agigantó.
Antes de ponerse bajo palos marcó su penalti y es que se da la paradoja de que es uno de los especialistas del equipo. Después, en cada lanzamiento repetía su ritual. Se movía de un lado a otro. Era un baile y le funcionó. Paró un penalti a Pivulesco justo después de que su compañero Wanderson, el goleador, fallase el suyo. No estuvo mal en el resto, pero hubo que esperar a la muerte súbita para ver cómo detenía el penalti definitivo a Rapa y lo celebró con más intensidad que cualquier gol. “Realmente no me di cuenta de lo que había logrado hasta que no vi el móvil después del partido”, comentó tras el encuentro.
Pasado. Para Moti era un choque muy especial. Él jugó la mayor parte de su carrera en el Dínamo de Bucarest (tuvo una cesión fallida en el Siena), el mayor rival del Steaua en Rumanía. Antes del encuentro, se lo comentó a sus compañeros. Tras el partido era el más feliz. Domuschiev que contó en AS que no tiene problemas en “premiar” a los suyos cuando se gana, le dio el mayor premio. La eternidad. Aseguró que uno de los Fondos del nuevo estadio se llamaría Cosmin Moti en su honor.
Ayer aseguró que todo era historia ya, pero antes del partido ante el Liverpool sus compañeros no le dejaron de vacilar. Stoyanov estaba sancionado y el segundo portero se rompió el hombro. “Te toca ponerte otra vez”. Finalmente el club fichó a Borjan y Moti formó en el centro de la zaga. Sergio Marty, preparador físico del Ludogorets, le definió para AS: “Todo el mundo se queda con lo de los penaltis, pero ¡ojo! que es un gran central”.