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Ludogorets - Real Madrid

Kiril Domuschiev: “Empecé en el Ludogorets con 25.000 euros”

Domuschiev es el dueño del Ludogorets. El empresario cogió al equipo en Segunda, en su primer año lo subió a Primera y desde entonces ha ganado todas las Ligas y dos tripletes.

Kiril Domuschiev es el dueño del Ludogorets.
Kiril Domuschiev es el dueño del Ludogorets. Pepe Andrés
AStv

—¿Cómo se convirtió en el dueño del Ludogorets?

—En Razgrad tenemos una gran fábrica farmacéutica donde trabajan mil personas. Allí, desde 1945 había un equipo que se llamaba Ludogorets, pero en la 1999-2000 este equipo, que normalmente jugaba en Tercera o Segunda, cayó en bancarrota. Con esa base, un grupo de entusiastas empezó todo desde cero en 2001. Su intención era trabajar con los jóvenes y los niños.

—¿Quiénes eran aquellos entusiastas?

—Principalmente exjugadores del Ludogorets, como es el caso del presidente, que se llama Aleksandrov. Era el motor y organizaba todo en las ligas amateur. Empezó a trabajar con nuestra empresa de barcos en Varna, en 2008. Así es como conocí el proyecto.

—Y decidió entrar en él...

—Empecé poniendo un poquito de dinero para ayudarles. Primero 25.000 euros. Después me llamó cuando subieron a Segunda porque necesitaban más presupuesto. Le pregunté: “¿Cuánto hace falta?”. Y me dijo: “Unos 250.000”. Decidimos ayudar, pero con la condición de poner a nuestro director financiero y nuestra gente para controlar la inversión. Y en la 2010-11 entramos en Primera. Ahí, mi hermano y yo miramos con nuestra gente qué era necesario. Y organizamos las cosas con muy buenos profesionales. Y la historia ya la sabe… Tres años siendo campeones de Liga. El primer año ganamos el triplete y la temporada pasada también lo logramos. Es una historia que no existe en el mundo. La temporada pasada jugamos la Europa League y perdimos en octavos contra el Valencia, pero ganamos al PSV, al Dinamo de Zagreb, al Lazio…

—¿Cuál es su secreto?

—Trabajo, organización… Tenemos un presupuesto de 6 millones de euros, menos que los otros equipos de Europa. Levski y CSKA tienen algo parecido. En Bulgaria hay una grave crisis y no hay mucha gente que invierta. El presupuesto fue aumentando según creció el equipo.

—En cuatro años han pasado de Segunda a la Champions.

—Es una cosa increíble, no lo imaginaba nunca cuando entramos en Primera después de haber estado en Tercera.

—¿En Bulgaria ya le ven como un equipo grande?

—Tenemos ese problema. Por eso perdimos contra el Levski. El equipo está cansado del campeonato y se centra en Europa. Todos los equipos nos juegan al 150%. En Bulgaria jugar contra nosotros es como jugar contra el Madrid o el Barça.

—¿Y cómo mantiene la motivación de sus jugadores?

—Deben entender que el campeonato es importante. El año que viene será más fácil entrar en Champions porque tenemos más coeficiente para el sorteo. Por eso es importante ganar. Nosotros somos muy correctos y a veces hay multas…

—¿Multas?

—Cuando veo que juegan sin dar el máximo o sin ser nuestro equipo… Una cosa es perder como en Liverpool. Otra es perder como contra el Levski. Hicieron muchas tonterías, hubo una expulsión, amarillas por protestar… Esto no lo permito. Hay que hacer nuestro juego. Para estas cosas hay multas.

—¿Y premios?

—Si ganan tienen buenos premios...

—Ante el Madrid será más suculento...

—En principio habrá un premio, pero no creo que los jugadores estén pensando en los premios por ganar al Madrid. Ante ellos siempre se da lo máximo y no es por dinero.

—¿Esta es su primera inversión en el fútbol?

—Sí. Tengo inversiones en muchas industrias, pero no tenía experiencia en manejar un club de fútbol. Hoy el fútbol es una industria como las otras. Tienes un producto y es importante cómo venderlo y el resultado. Hay que controlar los gastos y lo que cobras.

—¿Le da beneficios?

—Tuvimos un gran beneficio.

—¿No tienen problemas con el fair play financiero?

—Ninguno. No me gusta cuando los clubes no lo respetan, cuando detrás hay grandes oligarcas rusos o dinero de familias árabes. Por ejemplo, no miro mucho al PSG. El fútbol tiene que ser más limpio. El Madrid vende camisetas y cobra. Un club vende entradas y cobra. Eso es dinero. Yo invertí al principio porque se necesitaba. Era un proyecto social para ayudar en un lugar muy pobre de Bulgaria. Hicimos los campos de entrenamiento, reconstruimos el estadio y ahora empezamos otro. Pero no soy como los árabes que ponen dinero, ganan y ya está. Nuestros fans pagan las entradas más caras. ¿De dónde va a venir el dinero para el club? El club es de la gente y tienen que dar dinero. Lo mismo con las camisetas. Tenemos un buen balance financiero. Somos los primeros en Bulgaria en ingresos por taquilla, por sponsors y por la televisión.

—Eso le permitirá gastarse más en fichajes.

—Puedo comprar un jugador como los otros por cuatro o cinco millones. ¿Pero dónde me va a llevar? Será algo temporal. No quiero que el club dependa de mis negocios. Hay que desarrollarlo poco a poco.

—Hay jugadores que pertenecen a fondos de inversión...

—Aquí no.

—¿Le gusta el fútbol español?

—Mucho. En estos tres años hemos mandado a nuestros entrenadores allí para ver cómo trabajan el Barça, el Villarreal o el Espanyol. Tratamos de imitar el modelo español y que se extienda por Bulgaria. Nuestro estilo de juego es parecido al de España. Queremos la posesión.

—¿También contra el Madrid?

—Sí. Jugar de igual a igual con los grandes es un orgullo. Será una fiesta. Muchos de los que irán al estadio serán felices si gana el Ludogorets, pero también quieren ver a esos galácticos. ¿Pronóstico? 2-2.