La fama del seguidor blanco
Toñín El Torero copa todo un reportaje en el Blick suizo
Si usted está viviendo en Suiza y el 14 de septiembre compró el diario deportivo ‘Blick’, fijo que se llevó una sorpresa mayúscula al ver tres páginas dedicadas a Toñín El Torero.
Antonio José Castaño Gutiérrez, 45 años, nacido en Entrevías (Madrid), socio número 17.038 del club blanco y compromisario (de los que van a las Asambleas, él nunca se borra). Con esas pistas, sólo los más cercanos sabrían de quién les hablo. Pero si digo Toñín El Torero, la identificación con el personaje-aficionado es inmediata. El madridismo irreductible de Toñín ha quedado claro tras comprobar cómo el diario Blick, el deportivo de mayor tirada en Suiza, le ha dedicado hace unos días tres páginas enteras con un amplio reportaje sobre sus andanzas y vivencias.
“A mí me localizaron gracias a vuestra compañera Carmen Colino, a la que llamaron para pedirle mi móvil. Me telefoneó el redactor que vino a mi bar de Entrevías a hacerme el reportaje, y nos apañamos con su francés, mi inglés y lo que él chapurreaba de español. Vamos, que nos entendimos”. Toñín le contó su bendita “enfermedad” desde niño que le llevó a ser del Madrid “hasta el morir”.
Nuestro simpático aficionado, popularmente conocido porque siempre anima al equipo de sus amores con su capote taurino desde el Fondo Norte del Bernabéu, explica sus emociones. “No me dijeron que iban a darle tanta repercusión, pero es que el reportero del Blick me dijo que allí en Suiza me ven como ‘el gran aficionado blanco’. Como nos íbamos a enfrentar al Basilea en la Champions, querían dar a entender que la afición del Madrid es simpática y hospitalaria”. El misterio es cómo consiguió el periódico en papel para ver el reportaje: “Fácil, compañero. Un tío de mi padre Antonio emigró a Suiza hace muchos años y allí mis primos Mario, Richard, Pepe y Jacqueline me lo compraron. Ellos viven en Porrentruy y me lo enviaron. Unos cracks”.
A Basilea. En el citado reportaje, el Blick se queja de que la entrada más barata para el derbi con el Atlético de Madrid costase 70 euros y para el Basilea sólo 25. “Ellos creen que es hacerles de menos, pero les expliqué lo que significa aquí para los madridistas jugar contra el Atleti”.
Toñín está feliz y se nota. “Me dijo el chaval que el director del Blick sopesa invitarme al partido de vuelta en Basilea, el 26 de noviembre. Así podrían ver allí el capote del torero”. Esto podría llamarse ‘Madridismo sin Fronteras’.